PIDO GANCHO: ATLÉTICO DE RAFAELA
Club extraño éste. Uno de los más antiguo de la zona que un día comenzó a tener la simpatía de los adinerados de la ciudad, a los que los demás llamaban despectivamente "cremosos", y de los cuales heredó el apodo.
A través de los años, fué el único que desarrolló actividades deportivas no tan populares como el automovilismo, frontón y ajedrez aunque sus dirigentes se empeñaban en tratar de destacarse en los más populares como el básquet, donde llegó a militar en la segunda categoría (hoy TNA)a mediados de los años ochenta, y el fútbol.
En el año 1983, el equipo de fútbol participó de un torneo Regional, llegando a la final contra Renato Cesarini de Rosario y perdiendo la oportunidad de jugar el viejo torneo "Nacional" mediante un sorteo, ya que en la cancha habían ganado un partido cada uno. La decepción fué enorme en toda la ciudad y todavía hoy resuena en mi cabeza el relato del sorteo que hizo la radio local LT 28:"...y la bolilla es laaaaa...dos. Clasificado Renato Cesarini..."
La herida tardó en cicatrizar hasta el año 1988 en que, con el título de Campeón Absoluto" de la Liga Rafaelina, obtiene el derecho a participar del torneo "Provincial" (ex Regional)que incluía un extenso fixture de 32 partidos que Atlético ganaría en forma invicta, obteniendo el ascenso en el junio de 1989 al Nacional B.
Atlético de Rafaela se afianzó muy bien en la nueva categoría, permaneciendo 13 años con campañas buenas, regulares y malas. En el 2003, casi sin quererlo, el club consigue el ascenso a Primera División con un equipo formado en su mayoría con jugadores de las divisiones inferiores al que se la habían sumado unos pocos refuerzos sin gran nombre, pero con experiencia, en la divisional.
La temporada en Primera dejaría tragos agridulces. Por un lado la consolidación de algunos pocos jugadores que despues fueron vendidos pero por otro una magra campaña que incluyó dieciocho partidos sin ganar y la pérdida definitiva de la categoría jugando la Promoción frente a un rival de una división menor.
Y desde allí empieza, desde mi punto de vista, el gran desorden dentro de club. Los hinchas exigiendo la vueta a primera, los dirigientes prometiéndola con palabras pero no con hechos, la prensa dando al equipo como candidato al ascenso cuando no tiene el equipo como para lograrlo. Y toda esa confusión dá como resultado que pasan cuatro cuerpos técnicos en dos temporadas, que se incorporan jugadores como refuerzos que no refuerzan nada ya que su nivel de juego es paupérrimo, que acuden a jugadores de las divisiones inferiores como salvadores cuando a éstos todavía les falta ruedo y hasta llegan a poner a una mujer para ser vos del estadio...cuando el estadio es masculino.
Señores de Atlético de Rafaela, tengan serenidad y mesura. EL club estuvo muchos años en la "B" y por más que es hermoso, no es necesario que juegue en primera. Tengan siempre presente esa frase que dice: "Los dirigentes y los jugadores pasan, el club y los hinchas quedan"
Club casi centenario, que conoció las mieles de la victoria y la amargura de la derrota. Un club que últimamente se ovida de todo y de todos por el fútbol. Un club extraño, si señor.
A través de los años, fué el único que desarrolló actividades deportivas no tan populares como el automovilismo, frontón y ajedrez aunque sus dirigentes se empeñaban en tratar de destacarse en los más populares como el básquet, donde llegó a militar en la segunda categoría (hoy TNA)a mediados de los años ochenta, y el fútbol.
En el año 1983, el equipo de fútbol participó de un torneo Regional, llegando a la final contra Renato Cesarini de Rosario y perdiendo la oportunidad de jugar el viejo torneo "Nacional" mediante un sorteo, ya que en la cancha habían ganado un partido cada uno. La decepción fué enorme en toda la ciudad y todavía hoy resuena en mi cabeza el relato del sorteo que hizo la radio local LT 28:"...y la bolilla es laaaaa...dos. Clasificado Renato Cesarini..."
La herida tardó en cicatrizar hasta el año 1988 en que, con el título de Campeón Absoluto" de la Liga Rafaelina, obtiene el derecho a participar del torneo "Provincial" (ex Regional)que incluía un extenso fixture de 32 partidos que Atlético ganaría en forma invicta, obteniendo el ascenso en el junio de 1989 al Nacional B.
Atlético de Rafaela se afianzó muy bien en la nueva categoría, permaneciendo 13 años con campañas buenas, regulares y malas. En el 2003, casi sin quererlo, el club consigue el ascenso a Primera División con un equipo formado en su mayoría con jugadores de las divisiones inferiores al que se la habían sumado unos pocos refuerzos sin gran nombre, pero con experiencia, en la divisional.
La temporada en Primera dejaría tragos agridulces. Por un lado la consolidación de algunos pocos jugadores que despues fueron vendidos pero por otro una magra campaña que incluyó dieciocho partidos sin ganar y la pérdida definitiva de la categoría jugando la Promoción frente a un rival de una división menor.
Y desde allí empieza, desde mi punto de vista, el gran desorden dentro de club. Los hinchas exigiendo la vueta a primera, los dirigientes prometiéndola con palabras pero no con hechos, la prensa dando al equipo como candidato al ascenso cuando no tiene el equipo como para lograrlo. Y toda esa confusión dá como resultado que pasan cuatro cuerpos técnicos en dos temporadas, que se incorporan jugadores como refuerzos que no refuerzan nada ya que su nivel de juego es paupérrimo, que acuden a jugadores de las divisiones inferiores como salvadores cuando a éstos todavía les falta ruedo y hasta llegan a poner a una mujer para ser vos del estadio...cuando el estadio es masculino.
Señores de Atlético de Rafaela, tengan serenidad y mesura. EL club estuvo muchos años en la "B" y por más que es hermoso, no es necesario que juegue en primera. Tengan siempre presente esa frase que dice: "Los dirigentes y los jugadores pasan, el club y los hinchas quedan"
Club casi centenario, que conoció las mieles de la victoria y la amargura de la derrota. Un club que últimamente se ovida de todo y de todos por el fútbol. Un club extraño, si señor.
4 Comments:
Todo muy bien, pero voz se escribe con z muchacho.
Herror de tipeo. Lez pido muchicimas dizculpaz. No piencen ke soi vurro.
muerto vos gil
Yo también te quiero.
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