DESDE EL BANCO, COMO EN LA CANCHA
El fútbol puede verse de diversas maneras. Están los que piensan que es un juego del que debe emanar belleza y diversión. Están los que se oponen férreamente a esta teoría y piensan que lo único que sirve es ganar, sea como sea. Y están los que se debaten entre medio de estos extremos y piensan en ganar jugando lo mejor posible y si es vistoso mejor.
Entre esas personas de las que hablaba antes se encuentran, entre otros, los mismísimos protagonistas de este deporte: jugadores y directores técnicos. Dentro de los primeros vemos que se desempeñan en distintas posiciones, por lo tanto, durante digamos los veinticinco ó treinta años que dura el tiempo de aprendizaje y su carrera, estos señores se dedicarán a una función específica dentro de la cancha: los arqueros, defensores y volantes a destruir y los delanteros y volantes ofensivos a construir, a crear fútbol. Y como consecuencia de ello, nos encontramos con que al finalizar su carrera estos señores se convierten en DT´s y tratarán de aplicar lo que aprendieron e hicieron dentro de la cancha durante tantos años pero esta vez del otro lado de la línea de cal.
Así vemos que los directores técnicos son casi el fiel reflejo de lo que fueron como jugador como por ejemplo César Menotti, que en su época de jugador fue capaz de plantársele a Antonio Rattín y ante el reproche de éste por no correr contestarle: “lo único que falta es que para jugar al fútbol tenga que correr” y plantó equipos que achicaban la cancha permanentemente desplazándose para adelante y de esa forma evitar correr más de la cuenta. Su “archienemigo” Carlos Bilardo, un volante derecho de constante ida y vuelta partícipe de la mejor historia de Estudiantes de La Plata equipo que se decía entraba a las canchas con alfileres para lastimar a los rivales, plasmó equipos defensivos, y a sus jugadores les exigía gran despliegue, polifuncionalidad y pisar al rival de ser necesario .
Si pensamos en Daniel Passarella, encontramos como jugador a un defensor con gran capacidad goleadora, estilo que supo plasmar en sus equipos, especialmente en la primer etapa de River Plate: dura defensa pero con ágil ataque. Carlos Bianchi puede servirnos de ejemplo también ya que si nos remontamos a sus años mozos recordaremos a un dúctil jugador e implacable goleador, tal como fueron sus equipos de Argentina.
Y así sigue la lista, los ex arqueros Fillol, La Volpe y Falcioni siempre presentan equipos más defensivos que ofensivos. Gustavo Alfaro, Leo Astrada, Miguel Russo ó Américo Gallego, ex mediocampistas centrales, se preocupan por tener equipos equilibrados y trabajados, donde no falte la generosidad para efectuar algún relevo, más que los de Burruchaga, Ramón Díaz ó Antonio Mohamed, ex delanteros ellos, que plasman equipos donde tratan que la mejor defensa sea un buen ataque, pero menos que los del siempre aguerrido Diego Simeone, que nos entregó un campeón que jugaba con el cuchillo entre los dientes hasta el instante final, tal como él lo hacía.
Entre esas personas de las que hablaba antes se encuentran, entre otros, los mismísimos protagonistas de este deporte: jugadores y directores técnicos. Dentro de los primeros vemos que se desempeñan en distintas posiciones, por lo tanto, durante digamos los veinticinco ó treinta años que dura el tiempo de aprendizaje y su carrera, estos señores se dedicarán a una función específica dentro de la cancha: los arqueros, defensores y volantes a destruir y los delanteros y volantes ofensivos a construir, a crear fútbol. Y como consecuencia de ello, nos encontramos con que al finalizar su carrera estos señores se convierten en DT´s y tratarán de aplicar lo que aprendieron e hicieron dentro de la cancha durante tantos años pero esta vez del otro lado de la línea de cal.
Así vemos que los directores técnicos son casi el fiel reflejo de lo que fueron como jugador como por ejemplo César Menotti, que en su época de jugador fue capaz de plantársele a Antonio Rattín y ante el reproche de éste por no correr contestarle: “lo único que falta es que para jugar al fútbol tenga que correr” y plantó equipos que achicaban la cancha permanentemente desplazándose para adelante y de esa forma evitar correr más de la cuenta. Su “archienemigo” Carlos Bilardo, un volante derecho de constante ida y vuelta partícipe de la mejor historia de Estudiantes de La Plata equipo que se decía entraba a las canchas con alfileres para lastimar a los rivales, plasmó equipos defensivos, y a sus jugadores les exigía gran despliegue, polifuncionalidad y pisar al rival de ser necesario .
Si pensamos en Daniel Passarella, encontramos como jugador a un defensor con gran capacidad goleadora, estilo que supo plasmar en sus equipos, especialmente en la primer etapa de River Plate: dura defensa pero con ágil ataque. Carlos Bianchi puede servirnos de ejemplo también ya que si nos remontamos a sus años mozos recordaremos a un dúctil jugador e implacable goleador, tal como fueron sus equipos de Argentina.
Y así sigue la lista, los ex arqueros Fillol, La Volpe y Falcioni siempre presentan equipos más defensivos que ofensivos. Gustavo Alfaro, Leo Astrada, Miguel Russo ó Américo Gallego, ex mediocampistas centrales, se preocupan por tener equipos equilibrados y trabajados, donde no falte la generosidad para efectuar algún relevo, más que los de Burruchaga, Ramón Díaz ó Antonio Mohamed, ex delanteros ellos, que plasman equipos donde tratan que la mejor defensa sea un buen ataque, pero menos que los del siempre aguerrido Diego Simeone, que nos entregó un campeón que jugaba con el cuchillo entre los dientes hasta el instante final, tal como él lo hacía.
Y los ejemplos siguen y se multiplican casi tanto como cantidad de directores técnicos haya. Lo cierto es que estilos ó modos de juego hay muchos y dependerá de la inteligencia de los rivales poder elegir una contratáctica efectiva.
2 Comments:
Che, hace no más de 2 semanas me enteré de la existencia de esta página. Está muy buena. Se nota que conocés esos detalles que sólo conocen los fanáticos del fútbol.
Sobre este tema en particular, no estoy de acuerdo acerca de lo que decís de los equipos de Bianchi. Salvo raras excepciones, nunca tuvo jugadores muy dúctiles en sus equipos. Siempre se valió más bien de esquemas tácticos infranqueables. Este hombre salió campeón de la Libertadores con Boca jugando con tres número cinco.
Saludos
Gracias Anónimo por tus conceptos. Hacía más de un año que estaba esperando un comment refutador...¿está empezando a cumplirse por fin mi objetivo soñado?
Yo me refería a que los equipos de Bianchi eran dúctililes ya que jugara quien jugara la formación siempre prensentaba un estilo de juego definido y generalmente ganador y un gran ejemplo es ese de Boca que con tres volantes centrales en distintas posiciones logró ser un justo campeón... y esos equipos no perdonaban y los rivales debían estar muuuuy bien para ganarles.
¿Que te parece?
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