PIDO GANCHO: MARIO KEMPES

Mario Alberto Kempes se hizo conocer a los 17 años de edad cuando formó parte del primer equipo de Talleres de Bell Ville, su pueblo natal, con el cual salió campeón de la liga cordobesa ganando la final por doce a uno, siendo el goleador de ese partido con seis tantos. Con semejante presentación, el club Instituto de Córdoba requirió de sus servicios durante un año y luego lo transferiría a Rosario Central, club donde jugó 105 partidos y marcó 85 goles (promedio 0.80 por partido, una bestialidad) convirtiéndose en el máximo goleador histórico de esa institución.

En el año 1976, se marcharía a jugar al club Valencia de España cuando allí todavía existía la posibilidad de que los equipos presenten sólo tres extranjeros. En Valencia, ciudad de corridas de toros, tendría un nivel descollante que lo catapultaría a ser el goleador de la liga durante dos temporadas seguidas (76-77 y 77-78) y conduciría a su equipo a ganar la Copa del Rey de 1979 (con dos goles suyos en la final frente a Real Madrid), la Recopa y la Supercopa de Europa en 1980. Sus goles, hicieron que el público y la prensa lo bautizara con el mote de “El Matador”

En 1981 volvería a Argentina para jugar en River Plate que pagaría por su pase unos tres millones de dólares, una diez veces más de lo que Valencia pagó a Central. Para los millonarios jugaría una sola temporada y le alcanzaría para coronarse campeón del torneo Nacional de ese año, donde fue el goleador y hasta anotaría un gol en la final. Al final de la temporada volvería a jugar a Valencia para más tarde comenzar un raro y largo ocaso de carrera en donde pasaría por Hércules de España, Viena, Sankt Polten, Krems (todos de Austria) u otros como Fernández Vial de Chile y el Pelitta Hyatt de Indonesia.

Terminando con la biografía futbolística de este jugador, debemos recordar su imprescindible participación en la selección argentina campeona de 1978 donde llegó como figura y lo demostró dentro de la cancha siendo el goleador del torneo e incluso marcando dos tantos en la final frente a Holanda, aunque también integró los planteles que participaron de los mundiales de 1974 y 1982 y como plus menciono una pequeña nota de color: en toda su carrera nunca fue expulsado, lo que habla de un caballero a la hora de jugar.

Como a muchos, no le fue tan bien fuera de las canchas y una vez retirado siguió viviendo del deporte intentando ser director técnico y hasta poniendo su cuerpo y su nombre en un programa televisivo llamado “Locos por el Fútbol”, en donde hace unos años, tuve oportunidad de verlo “en persona” y, a pesar de estar retirado, seguía igualito a como se lo veía en las viejas fotos de “EL Gráfico”. Hoy es un acertado comentarista en la cadena ESPN.

Cuando me hablan de Mario Kempes inmediatamente se me viene a la cabeza la imagen de un jugador de una estampa notable: alto, con el pelo largo y negro, la camiseta número 10, la pelota dominada y el pecho inflado, las medias bajas, la cinta adhesiva que le rodeaba la rodilla derecha y la extraordinaria fuerza y potencia física que tenía que lo hacían resistir cualquier embate del rival, salir bien parado y marcar goles. La mejor síntesis de lo que fue “El Matador” la podemos obtener reviendo su actuación en la final del Campeonato Mundial de 1978 en la que conquista dos goles, uno de ellos arrastrando y dejando tendidos en el piso a tres rivales, y donde tiene activa participación en el tercer tanto argentino cuando, faltando pocos minutos para finalizar el encuentro, todos sus compañeros estaban extenuados y él realizó un saque de arco, corrió, recibió un pase en la mitad de cancha, la toco hacia un costado y siguió corriendo, recibió la devolución en la media luna del área rival, eludió un rival, aguantó el embate de otro y tocó a Bertoni que sólo tuvo que ajusticiar al arquero. ¡¡¡Corrió toda la cancha, de punta a punta a casi 120 minutos de juego!!! Un fenómeno.

Pido gancho a los lectores por haberme excedido un poco en la longitud del post de hoy, es que, sin duda alguna afirmo ante quien quiera oirlo que Mario Alberto “El Matador” Kempes fue el segundo mejor jugador de la historia detrás de Maradona y por lo tanto, sin dudas que se merece este reconocimiento y mucho mas.