SIMEONE, EL QUE RÍE ÚLTIMO
Desde que Diego Pablo Simeone se hizo cargo de la dirección técnica de River Plate, allá por Diciembre de 2007, no fueron precisamente flores lo que encontró en el camino que le tocó desandar. Llegaba a un club envuelto en llamas, con un equipo de capa caída que venía de una nueva frustración de campeonato local (con actuaciones vergonzosas) y de la eliminación en semifinales por parte de Arsenal en la Copa Sudamericana. Debió conformarse con ser la segunda opción, luego de la negativa de Ramón Díaz y con refuerzos que no pidió (caso Abreu) y con otros que no llegaban en su mejor versión (Archubi). De entrada nomás se encontró con la resistencia de periodistas e hinchas que discutían su forma de plantear los partidos (mucho mas luego de un 0-2 veraniego frente a Boca Juniors) y la de antiguos referentes e ídolos millonarios y hasta de su propio círculo íntimo que le decía que no debía aceptar el desafío de dirigir River porque "no tenía la experiencia suficiente".
Los primeros partidos tanto del campeonato local como de la Copa Libertadores mostraron un equipo que sacaba resultados y mostraba mucha convicción a la hora de atacar pero que paralelamente entregaba muchas dudas, especialmente a la hora de armar juego y defensivamente, lo que hacía que el arquero Carrizo resultara fundamental y los hinchas lo tengan "en observación" como el mismo admitió. Pero fue promediando el semestre cuando llegó la etapa más oscura de su gestión: la superclásica derrota en la Bombonera sin nada que mostrar, la escandalosa eliminación de la Copa Libertadores a mano del San Lorenzo de Ramón, las sonrisas socarronas del plantel xeneise y las cargadas en general ante este hecho, el enfrentamiento interno de algunos jugadores del plantel, el problema que significaba Ariel Ortega dentro del mismo, todo condimentado con sus problemas personales que se hicieron público; eran un cóctel que ponía su gestión en estado reservado y que hacían el caldo de cultivo ideal para que las declaraciones de su nuevo enemigo público, Juan Sebastián Verón, erosionen la confianza del hiperquinético DT.
Pero en esta oportunidad Simeone nos daría, otra vez, muestra de su carácter adecuado a las situaciones más difíciles, como cuando transitaba las canchas con la camiseta número 14: reordenó a sus soldados, los contagió de su optimismo y su valentía, concensuó con los líderes, recuperó a algunos jugadores, sacó cualidades que no tenían en otros y esa muestra de liderazgo le sirvió para sacar trece puntos sobre quince que en definitiva le valieron en título, anteponiéndose justo ante sus rivales del semestre que se fueron cayendo ante sus propias miserias: Estudiantes y Verón, Boca y San Lorenzo que ya no era más de Ramón.
Si algo tengo para reprocharle a Simeone es que luego de esa semana de mayo nefasta en que los nubarrones se posaron sobre Aruba (como calificó al club su presidente) no haya brindado ninguna declaración pública. Pero, al ver sus festejos del último Domingo entendí el porqué. Dela mano de uno de sus hijos, en medio del delirio que reinaba en el "Monumental", se tomó el tiempo para darle una lección de vida, diciéndole: "¿Te vas a acordar de esto? Viste, a veces no hay que hablar, hay que quedarse callado". Y tiene razón, a veces hay que saber esperar para reir a lo último.
Etiquetas: Informes
2 Comments:
muy GALLINÁCEO el blog ultimamente
jajjaja
que lo disfruten
tengo una propuesta
estoy cristalizando una Radio en internet, para la cual podríamos contar con los relatos y comentarios de los partidos de los partidos que se jueguen en Rafaela, para que los disfruten nuestros oyentes... demás está decir que el panorama político lo haria el popular pediodista de Castellanos GOGUI para quién tambien elevo esta propuesta
N DEL R: Por si no se dieron cuenta, ésta es una semana temática
que gira sobre el tópico: River Campeón.
Creo que un hecho así debe reflejarse como corresponde ya que ocurre cada cuatro años, es la primera vez que River festeja algo desde que apareció este blog y ademas, como diría Ud. estimado inversor, es una custión músico-genital; es decir: porque se me cantan las pelotas.
Siempre suyo y de los (pocos)lectores: Pachi.-
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