AFA, QUE MAL SE TV (POST 2)

Tras la "caída del Muro de Berlín sobre las transmisiones del fútbol" (diputada Delia Bisutti dixit) y la cancelación unilateral del contrato que unía a AFA y TSC, en Argentina se viven horas de un barajar y dar de nuevo en materia de televisación del fútbol. Y en medio de todo, ayer definitivamente hizo su aparaición en escena el Estado Nacional, representado por la mismísima Presidenta de la Nación Cristina Fernández y el Jefe de gabinete Aníbal Fernández, quienes se reunieron con un grupo de dirigentes de la Asociación del Fútbol, comandados por el presidente de la institución, don Julio Grondona, para definir los pasos a seguir y garantizar de algun modo la transmisión por TV de los campeonatos al menor costo posible para los televidentes y al mismo tiempo de proveer el dinero que necesitan los clubes.

Si bien aun no hay confirmación oficial al respecto, todo indica que el Estado Nacional pagaría 600 millones de pesos por año en un período de diez años, para hacerse de los derechos de televisación y reproduciría los partidos por TV utilizando canales de aire. De allí se desprenden innumerable cantidad de cuestiones, con pros y contras, que a continuación trataré de reflejar:

- Si la AFA unilateralmente anula el contrato con una empresa y unilateralmente otorga al estado los derechos por 6.000 millones de pesos. ¿No sería mejor hacer un llamado a licitación para obtener mejores ofertas?

- Está bien que se rompa un contrato usurero y monopólico (del cual alguna vez ya habíamos denunciado desde esta tribuna), pero ¿está bien que se le otorguen los derechos a otro monopolio, en este caso personificado por el Estado?

- Si bien, para alegría de los periodistas los goles no estarán "rehenes" hasta el Domingo a las 22.00 ¿Como será la calidad de la televisación?

- El Estado Nacional puede hacer un buen negocio en el primer año de contrato. Si tenemos en cuenta que debe abonar 600 M., puede descontar los 300 M que los clubes adeudan a AFIP, entregar 100 M cash a la firma del contrato para que las instituciones arreglen sus deudas con jugadores y a los 200M restantes que tiene un año para abonar, puede conseguirlo ahorrando los pagos que se hacen por publicidad oficial, utilizando a las transmiciones de fútbol como medio para propagar. Una bicoca, pero ¿el estado dejará de hacer publicidad en otros medios?

- El Estado Nacional, como tal, puede garantizar el desarrollo del fútbol pero ya dió claras muestras de no cumplir con los pagos de sus obligaciones ni sus promesas ¿es el ente ideal para llevar adelante esta cuestión? ¿Por qué no interviene para salvar el conflicto y luego revende los derechos mediante licitación y utiliza el dinero de sus arcas para cosas más importantes?

- ¿Que pasará dentro de dos años, cuando el jucio de TSC hacia AFA prospere y en el gobierno no estén más los actores de este acuerdo?

- ¿Quién controlará el gasto de los clubes para que dentro de unos años no malgasten ó desaparezcan estos nuevos montos de dinero a percibir, y que éste siga siendo suficiente?

TODO PASA

Lo que me llama poderosamente la atención es que con este conflicto, ha quedado demostrado que la venta de los derechos a TSC ha sido un muy mal negocio para AFA y los clubes. Si tenemos en cuenta que a las negociaciones las encaró Julio Grondona como único representante y ahora, 18 años después, es él mismo quien decide romper el contrato arriesgándose a represalias legales incalculables ¿por qué sus pares ó los dirigentes de los clubes vuelven a darle facultades para que negocie casi en soledad, ahora con el gobierno nacional? ¿por qué se aprueban sus deseos por unanimidad y aclamación? ¿por qué no aparece una sola voz para plantarse, demostrar la evidencia y exigirle, al menos, que se mantenga al costado de la negociación? Si ahora puede conseguir el doble de dinero por los derechos ¿por qué no lo intentó antes?

Como verán, tras la ruptura del contrato hay un enorme trasfondo de política nacional e institucional de AFA que si nos ponemos a analizar, llevaría horas y gran cantidad de post poder escribirlo. Lo cierto es que, como decían los abuelos, la palabra hay que cumplirla y mucho más si viene acompañanda por la firma de un contrato, aunque en la administración del fútbol, al contrario de lo que se le exige a los jugadores dentro de una cancha, al honor puede macillárselo descaradamente. Y a nosotros, los del tablón, solo nos queda esperar que comience a rodar la pelota y ver que sale de todo este engendro de fútbol, millones y política que no hacen más que manchar aun más a esa redonda que nos desvela.