DESBARRANCÓ EL ROLLS ROYCE

Pasada una nueva serie por Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, el panorama para la selección argentina es bastante sombrío, producto de las dos derrotas cosechadas y el pobre, o casi nulo, nivel de juego demostrado en los dos partidos disputados.

Ya algo se dijo desde aquí el lunes y la prensa especializada se encargó de reafirmar casi como tema excluyente en estos días, sobre la mala actuación del conjunto albiceleste ante Brasil donde demostró falencias propias de un conjunto que no tiene identidad definida, que se pierde en sus propios laberintos y que cayó merecidamente ante un rival práctico y superior.

Anoche, frente a Paraguay, el equipo demostró exactamente los mismos problemas que aquejaron a todas sus líneas en partidos anteriores: fragilidad defensiva, un mediocampo de lucha pero sin capacidad de generar juego y una delantera sin peso específico a la que le llevó setenta minutos poder concretar un tiro franco al arco contrario. El equipo local manejó el match a su antojo, especialmente en el primer tiempo donde se hizo dueño de las acciones hasta que convirtió el gol y luego se dedicó a esperar, casi sin sobresaltos, a que Argentina haga el gasto. Pero el equipo de Maradona, poco y nada pudo hacer para cambiar la historia, víctima de su propia impericia.

A partir de esta serie, la selección de nuestro país a quedado ubicada en la quinta posición de la tabla, lo que la obliga hoy a jugar un repechaje frente a un equipo de Amércia Central para lograr el pasaje al mundial, aunque aun restan dos partidos por jugarse en el mes de octubre y las chances de clasificar directamente están intactas. Lo que preocupa a la afición es la demostrada falta de respuetas, tantos anímicas como futbolísticas, que muestra el equipo dentro de los campos de juego y la gran cantidad de errores y omisiones en las que cae el cuerpo técnico, que parece no ver la realidad e insiste con fórmulas que no tienen buenos resultados.

Diego Maradona, cuando asumió la condución técnica, comparó a la selección "con un Rolls Royce lleno de tierra". Él se encargó de pasarle el plumero, pero a partir de las actuaciones por Eliminatorias podemos afirmar que este Rolls Royce se desbarrancó y parece haber perdido el rumbo. Veremos si con el envión y su calidad escondida, le alcanza para llegar a la meta que es Sudáfrica 2010.