jueves, abril 29, 2010

¡FELIZ CUMPLE MAESTRO! (OTRA DE TATO)

Como el otro día el Gran Tato Bores hubiera cumplido 80 años, decidí viajar a la Capital Federal para rendirle un pequeño homenaje de parte de este blog y de paso dar una vuelta por el fútbol nacional, que está en todo el país, pero atiende en Buenos Aires. Para eso, me levanté tempranito, le dí un beso a mis hijas que todavía dormían y cuando me voy a despedir de mi esposa y comentarle de mi viaje, ella se largó a llorar desconsoladamente. "No te preocupes", le dije. "No es para tanto. Si voy y vuelvo en el día. Ni me vas a extrañar". Ella me miró después de sonarse la nariz y me contestó: "No es que te vaya a extrañar, pero con tanto motochorro, robos, asaltos, y tanto político suelto en Buenos Aires, vos justo te fuiste a poner la campera nueva...Si llegás a sobrevivir al viaje, la campera no safa seguro".
Me dió un beso en la frente, como hace Don Corleone y yo me calcé a mis patines y salí con rumbo al aeropuerto. En el camino me lo cruzo a Carlos Trullet, el técnico de Atlético de Rafaela lo saludo y le pregunto ¿Va al entrenamiento, Carlos? -"Si Pachi", me contesta. "Hoy entrenamos en el Policlínico". Como lo miré como vaca que ve pasar el tren, Don Carlos sin que yo le preguntara nada, aclaró: "lo que pasa Pachi es que como tenemos tantos lesionados en el plantel, nos queda más cómodo entrenar en la clínica. A los tres ó cuatro que están bien, les hago hacer alargues por las escaleras y listo. El resto, todos en los distintos consultorios". Justo en ese momento, Trullet se metió en una farmacia (supongo que para comprar algún elemento que necesitaría para la práctica) y yo me colgué de un camión que me dejó justito en el Aeropuerto de Sauce Viejo.
Ya dentro del avión, y a punto de despegar, se sienta al lado mío Antonio Mohamed. "¡Turco querido como te va!", lo saludo. "-Acá andamos Pachi, trabajando a full como siempre.", contesta atolondrado.
-Pero, ¿vos no tendrías que estar en el entrenamiento de Colón?, le pregunto.
- "Si Pachi, pero como todavía no se si quedarme trabajando en el club ó irme al carajo, voy alternando un día acá, un día por allá, a ver si cuando no estoy, me extrañan un poco aunque sea. De paso aprovecho, ya que en Buenos Aires tengo que hacer un par de trámites..."
- ¿A si? (le di pié para que se explaye)
- Si. Tengo que ir a un lugar a dejar unos papeles y despues pasar por AFA a avisarle a la gente de la selección que yo no juego más, porque me llegó la citación de Maradona para jugar la semana que viene contra Haití.
Justo cuando el Turco me iba a seguir contando, nos sorprendió una huelga de Aerolíneas Argentinas en medio del vuelo, por lo que la gentil azafata nos entregó un paracaídas a cada pasajero para que nos arrojáramos y lleguemos a horario a nuestro destino. Así, que mientras caíamos, a Mohamed lo agarró un viento cruzado que lo depositó en La Quema de Huracán, mientras que a mí el remolino me dejó en medio de la cancha de Boca.
Salgo caminado de La Bombonera, y veo que en la puerta de la sede había una fila de personas que se extendía por tres cuadras. Al mirarla, distraído, choco con una persona que era ni mas ni menos que Jorge Amor Ameal, el presidente de la institución.
- ¡Acá si que hay Amor! (no pude resistirme a decir esa frase)
- Ja, ja, que gracioso Pachi. ¿por qué esa imaginación no la pone al servicio de su blog que se está llendo al descenso? me chicaneó.
- No se ofenda Jorge. Le decía eso por la gran cantidad de gente que hay haciendo cola. ¿Para que es la fila? ¿Para hacerse socio ó para sacar entradas para el próximo partido?
- Nada de eso Pachi, me contestó en tono calmo tal su costumbre. Esa es la fila de los candidatos a entrenadores que vinieron a dejar sus currículums. Como no teníamos consenso en la Comisión, hoy publicamos un aviso clasificado en los diarios más importantes. ¡Mire la cantidad de gente que quiere ponerse al servicio de Boca!
Me acomodé la peluca, prendí un habano y comencé a recorrer la fila. En primer lugar, antes que todos estaba Blas Armando Giunta quien al verme me saludó con una patada a los tobillos y me dijo: "Soy el indicado para esta situación: no les tengo miedo ni a Riquelme ni a Palermo". Si, le contesté rengueando, pero ¿ellos no te van a tener miedo a vos?
Más atras ví algunas caras conocidas mas: Miguel Angel Russo (disfrazado de La Raulito para que no lo conozca la prensa), Fernando Gamboa con su currículum de DT escrito en un papel satinado, Omar Labruna con una foto sepia de su padre con la camiseta del xeneise (aunque a falta de colores, podía ser una de Platense y nadie se daba cuenta), Orestes Catoroz, El Ruso Ribolzi, Norberto Dángelo sin nada en la mano porque en el aviso decía "inútil presentarse sin referencias", Jorge Habberger y Roberto Pompei.
- Tito, le digo, ¿vos acá?
- Si Pachi, lo que pasa es que como nadie se dió cuenta de que soy el DT actual, tal vez me contratan.
Más atrás, ya al final de la fila, veo llegar a alguien corriendo. ¡Mohamed! ¿Sos vos, Turco?
- Si, me descubriste, me responde el Turco trantando de buscar aire hasta abajo de las baldosas. Te dije que tenía que hacer unos trámites. Y bueno, era esto...lo que pasa que en Colón...
Antes que termine, salí corriendo y a unas treinta cuadras pisé una cáscara de banana que estaba tirada por la huelga de recolectores de basura, derrapé otras treinta cuadras más originando caos de tránsito y ya cuando se terminaba el envión caí a los pies de un señor que me mira y me dice: "la reputamadrequeteremilputaparió... pelotudoylaconchadetutíay... larecalcadacagetadetuherm..."
- ¡Angel Cappa como le va!
- Huy, Pachi. No lo había reconocido. Con el tiempo que pasé afuera del país, no me acordaba de su cara, me dijo peinándose el bigote.
- Aca andamos, le respondí, dando una vuelta por el stressante mundo fútbol de Argentina.
- ¿Por qué stressante? Arrancó Ángel. Porque los jugadores no viven este deporte como quien busca la manera de ser feliz, el camino de la vida que lo lleva al gozo, a la alegría. Y contangian esa manera de ser a los hinchas que tratan de descargar sus frustraciones cuando ingresan a un estadio de fútbol y como no pueden insultar a su jefe, putean al linesman ó al defensor que pierde una pelota. Y eso lo oye el dirigente que se sube a un carro cargado de insolencia, que crea disputas álgidas y sin sentido, que nos conducen a polémicas indecorosas que impiden la realización plena del ser y del destino que concatena en la manera de jugar de los equipos que no es otra que la manera de manejarse en la vida, en el día a día, que a veces parece un pelotazo en contra. Por eso es stressante, y espero que en River contraten diez refuerzos porque si no, no duro tres meses ¿Entiende Pachi?.
No se con que cara lo habré mirado, pero sin decirle nada, Cappa se dió media vuelta y se fue hablando solo por el medio de la avenida y puteando a los autos que le tocaban bocina y trataban de esquivarlo. Yo, rápidamente llegué al cementerio, fui donde Tato, le dejé mis flores y exclamé: ¡Cuanta razón tenía usted, maestro! El día que inventen la máquina de picar boludos, ¡nos agarra a todos!
Por eso, queridos chichipíos, a cuidarse de tanto garca dando vueltas, vermouth con papas fritas y ¡¡good show!!

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3 Comments:

Anonymous am10 said...

muy bueno pachi,como nos tiene ya acostumbrados.me encanto cappa.

10:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenisimo!!!Excelente!!!Brillante como siempre Pachi!!! Ahora digame una cosita, eso de viaje a Buenos Aires es una metafora,producto del relato, verdad? porque de ser cierto, me hubiese encantado sentarme en un cafe con ud, para que me pronostique el futuro del club de mis amores: mi tan querido Rosario Central, que viene de mal en peor.De todos modos, sr. Pachi, le agradecería que lo haga a traves de su tan prestigioso blog y desde ya muchas gracias!!

7:42 p. m.  
Blogger Adrian said...

para cuando hablamos de clubes grandes...
y de deportes que le interesen a la gente...
Hablemos de CICLISMO...

5:24 a. m.  

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