DE MEMORIA: EL MEJOR PARTIDO DE LA HISTORIA

Se jugó hace justamente 25 años atrás. Fue en una fría tarde de Tokio (Japón). Los protagonistas fueron Argentinos Juniors y Juventus de Turín. El match definía al Campeón Intercontinental de 1985. Por lo que estaba en juego, por el nivel futbolístico desarrollado por ambos conjuntos, por como se entregaron cada uno de los jugadores y por la emoción que embargó a todos hasta que terminó el encuentro, dicen los que saben que fue el mejor partido de la historia.

Se enfrentaban David y Goliat. Un gigante como el equipo italiano dirigido por Giuseppe Trapattoni y con las figuras de Scirea y Cabrini en la zaga, Michel Platini en el mediocampo y Michael Laudrup en la delantera. Y el pequeño Argentinos de la Paternal, que venía de ser sorpresivamente Campeón de América con los ignotos Domenech, Batista, Vidallé, algunos veteranos de mil batallas como Olguín, Pavoni, Comisso y J.J.López y una figura: un tal Claudio Borghi.

El equipo argentino se plantó de igual a igual frente a la Juve, estuvo ganancioso dos veces en el marcador (1-0 y 2-1 con goles de Ereros y Castro), siguió atacando hasta el final, incluído los 30 minutos de alargue que debieron jugarse luego que los reglamentarios hayan terminado con un 2-2 (Platini - Laudrup).

Sólo en los penales el equipo italiano fue superior. El arquero Tacconi retuvo dos, mientras que el argentino sólo uno y de esa forma la Copa se quedó en manos de Juventus. A esa altura, ya no importó tanto: ese día ganó el fútbol. El mundo se deleitó con un partidazo donde hubo dos ganadores que dejaron grabada una contienda para que DESDE EL TABLÓN, de vez en cuando, hagamos buena memoria.