PIDO GANCHO: HÉCTOR CASSÉ

Uno de los arqueros que ha quedado en el recuerdo de los hinchas del fútbol de más de 35 años es, sin duda alguna, Héctor "El Mudo" Cassé.

Proveniente del interior de la provincia de Buenos Aires, Cassé debutó en Primera jugando para Gimnasia y Esgrima de La Plata para más tarde pasar a Témperley (en Primera B) donde desarrolló la parte mas notoria de su carrera. Allí se dió el gusto de ascender a la A, en 1983, luego de jugar una final contra Atlanta donde fue figura en el partido y se destacó aun mas en la infartante definición por penales que terminó 13-12 a favor del equipo celeste, en donde el arquero convirtió uno y atajó el definitivo. Ya en Primera División, se hizo conocido por jugar con un buzo Olimpia que le había regalado su ídolo, el "Pato" Fillol (quien por entonces era patrocinado por esa marca) y por sus reflejos debajo de los tres palos, que le valieron la convocatoria de Carlos Bilardo para el seleccionado nacional, donde no llegó a jugar ningún partido.

Pero lo que mas llamaba la atención del mundo fútbol con respecto a Cassé es que se decía que este señor era sordomudo (de allí su apodo) y muchos medios se hicieron eco de esta curiosidad. En realidad, Héctor había sufrido una otitis mal curada a los nueve meses de vida que le afectó el sentido del oído y le redujo su capacidad únicamente a sólo un 40% del lado derecho. Por ello, debió desde muy chico, aprender la lectura de labios y educar sus cuerdas vocales para poder hablar.

Esta discapacidad no amedrentó a Cassé que desde muy chico se aferró al sueño de ser futbolista profesional pero si le valió las crueles gastadas de compañeros y rivales, como la que sufrió de parte de la hinchada de San Lorenzo, una tarde que lo recibieron haciendo ademanes como si lo insultaran cuando en realidad hacían la mímica de ello. El golero sonrió, y saludó al público.

En 1984 Témperley lo declaró intransferible y así se frustró la portunidad de pasar a clubes de mayor renombre que querían contar con sus servicios como Independiente ó Rosario Central. A mediados de 1986, luego de un incidente jugando contra Boca, El Mudo fue suspendido por seis fechas y tras el descenso de su equipo se marchó para jugar en clubes del interior como Douglas Haig de Pergamino y Central Córdoba de Santiago del Estero, para retirarse definitivamente en 1997.

En noviembre del 2003 Héctor Cassé falleció, víctima de una enfermedad pulmonar, pero al irse dejó grabado su nombre para siempre en los futboleros argentinos que lo recuerdan con el respeto que supo ganarse tanto dentro como fuera de la cancha.