miércoles, enero 11, 2012

LAS VEDETTES DEL VERANO

El reducido movimiento del mercado de pases estival en el fútbol argentino, y la falta de recursos para activarlo, hizo que la atención de los hinchas y el interés de los dirigentes, antes que en los jugadores, se centre en una figura en particular: los entrenadores.

Y claro está, con la escases de cash, es más fácil contratar una pieza como un DT que un par de jugadores para cambiarle la cara al equipo y que éste se las arregle para obtener los resutados anhelados. De paso, se consigue una cara visible a quien endilgarle una mala campaña y un fusible de fácil recambio ante cualquier vicisitud. Por ello, en este receso, los nombres de los entrenadores fueron de los más buscados y se convirtieron en las estrellas del receso.

Así es que entre el final del campeonato pasado y antes del inicio de las pretemporadas, seis equipos sobre los veinte participantes de la Primera División cambiaron a su Director Técnico y todos ellos, en mayor o menor medida, protagonizaron novelitas hasta sellar su incorporación.

Banfield, debió despedir a La Volpe (y aguantarse amenazas del Bigotón) para lograr contratar a Da Silva, proveniente de Godoy Cruz donde se fue en condiciones poco claras. En el club mendocino, cuando todo hacía prever la vuelta de Asad, fue Nery Pumpido el elegido. En Estudiantes, sus dirigentes apostaron por la confirmación de un viejo conocido como Azconzábal antes que un bueno por conocer. En San Lorenzo, Leo Madelón comenzará "oficialmente" su proceso luego de haberlo dirigido un par de partidos a fin del año pasado y tratará de salvarlo de la debacle. Lo mismo que Rivoira a Olimpo, que llegó por la mala presentación de Laspada en el torneo anterior y arrancará condicionado con la soga del descenso al cuello.

El mayor ruido del verano lo protagonizaron Newell´s al repatriar, por fin, a Gerardo Martino a quien debieron hacerle un trabajo emotivo importante y tocarle las fibras más íntimas de su ser para que acepte el desafío de tomar un equipo a la deriva cuando tenía otras ofertas más jugosas en lo deportivo y económico. Y también Racing, que sufrió el desplante de Simeone que se fue "ofendido" por el poco apoyo dirigencial cuando se sabía que iba a recalar en Europa y trajo por tercera vez a Alfio Basile, reinsertándolo en el primer mundo futbolístico y transformándolo de la noche a la mañana en un personaje mediático gracias a la cobertura de la prensa que no tenía que mostrar y a las actitudes de viejito piola del Coco.

De esta forma: un poco desprolija, con muchos dimes y diretes, con traiciones, promesas y fundamentalmente esperanza de haber dado en la tecla, se conformó en verano futbolístico en nuestro país. Y DESDE EL TABLÓN ya sabemos que las vedettes de esta época no andan con plumas y conchero, sino con gorrita, pelotas y una remera con el DT estampado a la altura del corazón.

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