DISTRACCIÓN

Las variantes tácticas en un equipo de fútbol son innumerables y para sacar el mayor provecho de ellas, están los estudiosos que se devanan los sesos y mas tarde se transforman en entrenadores ó analistas. De todas formas, los futboleros de ley sabemos que cualquier ordenamiento táctico puede ser roto por la desobediencia o habilidad de cualquier jugador que se lo proponga y que tenga las condiciones naturales para hacerlo.

Por ello, cuando en un partido uno de los equipos presenta a uno de esos jugadores fuera de serie, su rival toma todas las precauciones posibles para que éste no lo dañe. Y es menester de ese player, saber "leer" el partido y ser conciente de que a pesar de que esté muy marcado puede ser útil para su equipo.

Recuerdo que en la final del Mundial 1986, Diego Maradona soportó una impiadosa (pero leal) marca de Lothar Mathauss mas un escalonamiento de otro jugador que "lo ayudaba" por si el diez lograba escapar. Por ese motivo, Maradona se ubicó en la cancha como delantero extremo y arrastró a esos dos hombres con él durante todo el partido y originó los huecos necesarios en la cancha como para que otro jugador argentino, Jorge Burruchaga en este caso, sea el conductor y figura del equipo argentina en aquella gloriosa tarde mexicana.

Los años pasaron. La tecnología ya no es la misma pero las tácticas si. Por eso, ahora podemos ser testigos de un caso similar de distracción que utiliza el mejor equipo del mundo, Barcelona, con Lionel Messi a la cabeza que actúa como anzuelo para los desesperados defensores y para que el resto del team que gira a su alrededor aproveche los espacios que la atracción sobre el argentino genera: