A BASILE SE LO COMIÓ EL COCO

"Conmigo al lado, vas a aprender". La frase, remarcada por esa inconfundible voz aguardentosa, fue la ratificación que el novato presidente de Racing necesitaba para aprobar la contratación y el retorno de Alfio Basile como entrenador del equipo albiceleste. Esa frase, expresada desde las alturas del ego del DT, sonó como música en los oídos de Gastón Cogorno y embelezaron los ojos del Dirigente que no pensó como tal y se dejó llevar por su pasión de hincha.

La contratación de Basile por parte de Racing nunca fue vista por nadie como una apuesta arriesgada. Todos pensaban que "La Academia" iba a lo seguro, que tomaba una póliza contra todo riesgo cuando en realidad nadie, salvo este cronista, reparó en algo sustancial: la diferencia generacional entre el entrenador y su plantel.

Puede ser duro lo que digo, y me hago cargo. Respetando la trayectoria de Basile y sus innegables conocimientos y pergaminos, pienso que "Coco" es un DT de otro tiempo, para un fútbol que ya no está. Y eso quedó evidenciado en los pocos meses que duró su gestión.

Basile entró nuevamente en la vida de Racing, personificando su rol de "El Coco", un personaje casi de ficción que saluda levantando los brazos como Perón, mezcla frases en un inglés mal pronunciado en sus discursos, que interrumpe a periodistas, que enaltece a los hinchas mientras pregona por "once de memoria" y resalta el valor de los códigos de los muchachos de antes que no usaban gomina... en la época de la playstation.

Pero el plantel de Racing necesitaba un entrenador. Un tipo que tome las riendas de un plantel con nombres de jerarquía pero ávidos de una conducción fuerte, como la que había demostrado el DT anterior, Simeone. Mas que un padre ó un abuelo bonachón, los jugadores necesitaban un jefe de grupo.

"Coco" trató de imponer sus ideas con su estilo. Mimó jugadores, hizo la vista gorda a ciertos desplantes, perdonó bajos rendimientos y dió segundas oportunidades. Cuando vió que la cosa no caminaba, intentó ser Basile. Y aunque para eso tuvo que delegar el mando en un ayudante de campo mas jovial como Úbeda, tomó decisiones pesadas, probó nombres, fórmulas, sacó su chapa y hasta se puso un plazo. Nada funcionó y la imagen que queda es que el momento en que Basile desterró al "Coco" ya era tarde, Racing estaba desmadrado y terminó como terminó.

"Conmigo al lado, vas a aprender" es la frase que todavía hoy seguramente retumba en la cabeza del joven presidente de Racing. Y Cogorno aprendió y contrató a un DT de 31 años que ya en su primer aparición marcó la cancha, habló de demostrar la jerarquía y amenazó con tomar medidas extremas en caso de bajos rendimientos. Por su bien y el del equipo, esperemos que al nuevo no se lo coma el personaje.