PIDO GANCHO: GABRIEL BATISTUTA

Si hablamos de Gabriel Batituta, inmediatamente se viene a nuestra memoria el recuerdo todavía fresco de sus goles, de la fuerza con la que jugaba y de los gritos vistiendo la camiseta celeste y blanca de Argentina, gracias a los cuales se convirtió en el top scorer histórico de nuestro seleccionado.

Pero al analizar la prolífica carrera de Batigol, parecería que él no había elegido al fútbol sino que la cosa fue exactamente al revés: que la pelota lo eligió a él. Si bien desde pequeño Gabriel practicó este deporte en su Reconquista natal, nunca tuvo la pasión que todos creemos que es necesaria para llegar a ser futbolista profesional. Él siempre fue un buen alumno en la escuela, no se escapaba a jugar en los campitos y si bien nunca faltaba a un entrenamiento, al terminar el colegio secundario estaba mas preocupado por ver que carrera iba a estudiar y de que iba a trabajar, que por ir a hacer la prueba a Newell´s, club que ya le había "echado el ojo" a traves de los visionarios Jorge Griffa y Marcelo Bielsa. Pero su destino estaba marcado y su vida debía transcurrir dentro de un cancha de fútbol. Asi fue como accedió a probarse en el club del Parque Independencia de Rosario y se fue a vivir a la pensión de la institución en aquella gran ciudad a pesar de extrañar horrores su lugar de origen y volverse cada vez que podía a visitar a los suyos.

Su debut en Primera fue en 1988, se produjo casi sin querer y se dió por la baja de otros jugadores que estabn por sobre él en la consideración de los entrenadores. Pero a partir de ahí Batituta demostró sus virtudes y rápidamente fue reclutado por el representante Aloisio que compró su pase y lo ubicó en River Plate, donde pasó de ser titular en 1989 al ostracismo total en la segunda mitad de temporada, ya en 1990. A mediados de ese año, por no ser tenido en cuenta en River, fue ubicado por su representante en Boca Juniors, pase que no tuvo mucha repercusión pero donde el jugador viviría un proceso exactamente a la inversa de su anterior club: del ostracismo, pasó a la "explosión" a principios de 1991 cuando se convirtió en el goleador del equipo, del torneo y le valió la convocatoria al seleccionado nacional para jugar la Copa América de ese año en Chile, donde fue el máximo artillero del certamen y lideró el equipo hacia el campeonato.

Su actuación en ese semestre hizo que el equipo de Fiorentina de Italia requiera sus servicios en forma urgente por lo que Batistuta a mediados de año ya estaba instalado en la península haciendo lo que mas sabía: goles. En el equipo viola, jugó por nueve temporadas, vivió la tristeza de un descenso,tocó el cielo al retornar a la máxima categoría y ser campeón de Copa Italia y Supercopa  y completó mas de trescientos partidos marcando 207 goles. Esta es la etapa mas prolífica de Gabriel ya que sus actuaciones le valieron el interés de gigantes de Europa como Barcelona y Manchester City, pero él siempre eligió quedarse en un equipo chico como la Fiore, donde no tenía tantas presiones y era el líder del equipo.

Su carrera se completó jugando un año en Roma (donde fue campeón de Liga), otro mas en Inter y terminar con una jubilación de privilegio en Al-Arabi de Qatar, mientras actuaba para el seleccionado argentino en todas las etapas y era dueño indiscutible de la camiseta número nueve. En el total de su trayectoria como futbolista, Gabriel Batistuta jugó 633 partidos y marcó la friolera de 355 goles que le valieron mas de diez distinciones personales y colaboraron para la obtención de diez títulos con las diferentes camisetas que vistió.

Si analizamos la extensa carrera de Batitusta veremos que su prestación fue sobresaliente, logrando gran cantidad de récords personales y goles para todos los gustos pero que eso no redituó en gran cantidad de títulos a nivel equipo. Tal vez, no supo tomar las desiciones adecuadas a tiempo, ó no tuvo la suerte de otros de estar en el lugar justo en el momento indicado. O, quizás, su falta de pasión por la pelota, de alguna forma le pasó factura y lo conminó a quedar para siempre solo en las fotos de los grandes acontecimientos.