jueves, enero 15, 2009

GRAN DEUDA = CERO COPAS



A lo largo de la historia, tanto en Argentina como en el resto del planeta, hubo grandes equipos de clubes que se impusieron por escándalo ante los demás competidores. Con ello me refiero a esos equipos que ganaron torneos de punta a punta, siendo superiores al resto en todo momento y no dejando lugar para la discusión, llenándole los ojos a sus seguidores y logrando el reconocimiento de los rivales.
Como consecuencia de ello, los integrantes de esos equipos eran bien observados por los seleccionadores de su país quienes generalmente caían en la tentación de convocar a la mayoría del plantel para integrar el equipo nacional y de esa forma tratar de traspasar el buen juego y la mística ganadora, esta vez al servicio de la Selección Nacional. Ejemplo de esto hay a montones y solo para ver algunos les cuento que en la década del cuarenta el equipo titular del seleccionado de Italia contaba con diez jugadores del club Torino que por esas épocas era el quíntuple campeón de su país; en los ochenta la base de la selección colombiana se nutría de la mayoría del plantel de América de Cali, equipo que dominaba todas las competencias nacionales; y en los noventa la selección de Rumania logró una buena actuación en el Mundial de Estados Unidos con la mayoría de jugadores de un solo club: el Steaua Bucarest de donde surgieron entre otros, George Hagi y Mario Lacatus. Ahora bien, en nuestro país donde sale un buen equipo cada tanto (últimamente cada vez más espaciado en el tiempo), y especialmente en los últimos 20 años, es muy raro que se dé este fenómeno de traslación de un buen equipo a la selección y la verdad no se por que pasa esto.
En la última Copa del Mundo ganada por nuestro seleccionado en México 1986, el plantel contaba en sus filas con una base de jugadores de Independiente (Clausen, Giusti, Burruchaga, Bochini) quien había sido el mejor equipo de Argentina de esa década hasta ese momento y que también había colaborado en la fase clasificatoria con hombres como Marangoni y Trossero. Seis jugadores sobre dieciseis que entraban a la cancha es un porcentaje elevado.
Pero de allí en más, los grandes equipos que surgieron en el fútbol doméstico, nunca pudieron ser base de la selección: Newell´s 88-90 no aportó más de dos ó tres jugadores para el Mundial de Italia; casi ningún jugador de Velez del período 1992-1994 fue al mundial de Estados Unidos, River Plate 1996-1997 si brindó jugadores para el Mundial de Francia 1998 pero éstos casi no jugaron y su aporte fue escaso; Boca 1998-2001 fue un equipazo pero quienes estaban en condiciones de llevar su mística a la celeste y blanca fallaron en el intento y se quedaron en el camino antes del Mundial 2002. Y de esa época a hoy, creo que no apareció un equipo de club que deslumbre como para tener en cuenta.
Falta un año y medio para la Copa del Mundo de Sudáfrica y creo que es muy difícil que surja una formación que descolle y llame la atención de Maradona para que sea base del equipo que todavía está armando. Pero si llegara a aparecer, es hora de que los grandes equipos empiecen a pagar su deuda con la Selección Nacional y comienzen a traer Copas para unas vitrinas que hacen 20 años se encuentran casi vacías.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

exelente articulo :D

pasa por mi blog!
http://scudetto-mblog.blogspot.com

10:28 a. m.  

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