miércoles, marzo 11, 2009

UNA SERIE DE EVENTOS DESAFORTUNADOS



El título del post es igual al de una película que pasaron el otro día por televisión. Y como esos films que pasan una y otra vez, ayer los futboleros pudimos asistir a una reposición: la renuncia de Juan Román Riquelme a la selección nacional, igual que en el 2006, otra vez en forma inesperada, otra vez por TV, otra vez ante su "vocero" Sergio Gendler en el noticiero Telenoche.
Las razones esgrimidas por el jugador fueron claras: dice no compartir la forma de trabajo "del entrenador" (nunca nombró a Maradona) y de no tener los mismos códigos. Por su parte, el DT al enterarse de la mala nueva, pasó rápidamente de una posición conciliadora ("Riquelme está convocado para jugar frente a Venezuela y Bolivia", declaró apenas se conoció la noticia) a una posición netamente dura y despechada ("Ahora soy yo el que lo borra totalmente", dijo unos cinco minutos más tarde -toda una eternidad para él-).
Visto DESDE EL TABLÓN el conflicto parece un duelo de vedettes, de dos grandes egos que se chocaron, agravado por una preocupante falta de comunicación. Riquelme tiene razón cuando aduce que nunca tuvo contacto con el cuerpo técnico de la selección y que se enteraba de sus convocatorias y del pensamiento del entrenador a través de los medios de comunicación, pero esas son cosas que pueden solucionarse con un simple diálogo de diez minutos y no parecen ser razones suficientes para renunciar al equipo de todos. El diez de Boca nos es un cuatro de copas, no es un jugador más y tiene la suficiente experiencia y chapa para plantearle su disconformidad a Maradona y ser entendido. Esa actitud lleva a pensar si no habrá alguna razón más que el gran público desconoce y que morirá en el inviolable secreto de sumario que Riquelme sabe aplicar a su intimidad.
Por su parte, este hecho debe llevar a Diego Maradona a replantearse su forma de comunicación. Días pasados veía un reportaje que le hacían en el programa "Gol de Medianoche" que se emite por TyC Sports y allí ventiló cosas íntimas de su pensamiento con respecto a todo lo que rodea la selección, incluyendo la forma de juego actual de Riquelme entre otras cosas, y esos son temas que deben manejarse puertas adentro. Con semejante estructura de que tiene la A.F.A. destinada para la selección, creo que es necesario que lo asesoren permanentemente para poder lograr fluidez en las comunicaciones con el mundo exterior y con los eventuales jugadores para evitar este tipo de conflictos.
Cuando Maradona fue designado como técnico de la selección decíamos que cualquier cosa podía pasar, lo mejor ó lo peor y ésta es una consecuencia de las malas, que hoy dejan a un gran jugador como Juan Riquelme fuera de la selección. Aunque revisando el historial de los dos implicados en el conflicto, no deberíamos extrañarnos que un día se reúnan, limen asperezas, aclaren los tantos y salgan abrazados a cantar su amor a los cuatro vientos. Yo a esta película ya la vi.

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1 Comments:

Blogger Unknown said...

Por mi parte, Pachi, yo estoy contento. Por más que vos digas que tiene capa, yo creo que sin Riquelme va a hacer menos frío en la cancha. No es muy conciliadora mi opinión, pero es lo que pienso. Además, por boludo se está perdiendo la última oportuunidad de revancha que podría tener en el mundial de sudáfrica... Es un muerto.

4:51 p. m.  

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