DEL MESÍAS AL PAGADIÓS

La cada vez más pobre realidad económica de los clubes de fútbol en nuestro país, en los últimos años ha llevado a los dirigentes de los mismos a extremar sus ideas para conseguir los fondos suficientes que le permitan costear campañas más o menos dignas. En ese contexto encontraron su lugar y el caldo de cultivo adecuado, numerosos personajes de diversa calaña que se pusieron a disposición de las instituciones y directivos para brindar sus servicios y fundamentalmente lo que era más necesario: el aporte económico.

Así es que, con el correr del tiempo, los que seguimos la marcha del fútbol en Argentina nos fuimos acostumbrando a escuchar que palabras ajenas al mundo de la pelota, se mezclaban y se hacían cada vez más familiares. Representante, inversionista, fondo de inversión, aportante, mesías, gerenciadoras y muchos otros términos más ligado a lo económico que a lo deportivo se hicieron de uso común junto a gol, off side y campeonato.

Lamentablemente, hasta el día de hoy la pasión que despierta el fútbol no ha podido superar al amor que genera el dinero en la raza humana y es por eso que las experiencias de agentes externos aportando dinero en los clubes sin fines de lucro, específicamente en nuestro país, a la larga ó a la corta nunca terminan bien, y los ejemplos de ésto pueden verse en casi todas las temporadas.

Racing, con Daniel Lalín a la cabeza, a mediados de los años ´90 intentó financiarse con el aporte de empresarios y casi termina en la quiebra y desaparición. Otros, no tuvieron la suerte ó la grandeza del club de Avellaneda y les fue peor; tal es la situación que le tocó vivir a Ferro Carril Oeste que lo único que consiguió fue descender y hoy se encuentra intervenido por la Justicia ó de Talleres de Córdoba club que pasó por las manos de tres empresas gerenciadoras que le costaron el descenso paulatino de Primera División al Torneo Argentino A. Hoy es San Lorenzo quien, tras armar un gran equipo ayudado por un fondo externo y tras su falta de resultados deportivos, no sabe que será de su equipo cuando finalize la temporada ya que la mayoría de los mejores jugadores pertenece a ese fondo que amenaza con no seguir "aportando".

Y no solo de los privados es el problema porque hay casos donde fueron los mismos entes gubernamentales (provinciales ó municipales) quienes se hacían cargo de solventar los proyectos y luego, desaparecían mágicamente tras una mala campaña ó una derrota en las urnas del partido gobernante haciendo un pagadiós y dejándole el muertito a los clubes. El equipo de Pirané que participaba del Argentino A hizo buenas campañas hasta que se descubrió que la mayoría de sus jugadores figuraban como empleados de la municipalidad local.

Huracán de Corrientes, también a mediados de los años ´90, gracias a el manejo político de un diputado obtuvo la plaza en la B Nacional que había dejado vacante Mandiyú, (tras el fracaso económico-deportivo de la empresa que lo gerenciaba) y armó un gran equipo que logró un ascenso y mantenerse un par de años en Primera División. Tras el alejamiento de ese diputado de los primeros órdenes de la política nacional, el equipo se desbarrancó hasta su liga de origen. Y en ese camino van las escuadras de Tucumán, San Martín y Atlético, quienes recibieron importantes aportes provenientes del gobierno provincial que le permitieron conseguir muy buenas camapañas, pero ahora que este aporte fue retirado ó disminuído, ya se conocen las noticias de falta de pago a jugadores que repercuten directamente en las no tan buenas campañas deportivas que desarrollan actualmente los equipos. Será cuestión de sentarse a ver si pueden reponerse con recursos propios ó la caída se acentuará aun más.

Los ejemplos se multiplican y ratifican lo dicho anteriormente. El "negocio" del fútbol, por lo menos en nuestro país, parece ser algo muy finito que necesita de la creatividad, inteligencia y honestidad de sus dirigentes para que pueda funcionar. Los mesías, dejémoslos para la iglesia.