UNOS PIOLAS BÁRBAROS

Días pasados se jugó un partido válido por el Torneo Argentino B entre Racing de Olavarría y Real Arroyo Seco en cancha del primero. Bah, jugar es un decir porque lo que en realidad pasó fue que, sin mediar explicaciones, el equipo visitante no se presentó en el estadio, por lo que el árbitro del cotejo, para cumplir con la reglamentación vigente, debió hacer ingresar al conjunto local y dar inicio al match para suspenderlo por ausencia de uno de los equipos.

El problema, es que nadie tuvo en cuenta a los pobres jugadores de "La Academia" de Olavarría, que se ve que a falta de fútbol, decidieron divertirse. Por ello al salir a la cancha, y a sabiendas de que no jugaban contra nadie, mostrando unas picarezcas sonrisas los players igual dieron las hurras en el túnel, se formaron para la foto y se ubicaron cada uno en sus posiciones antes de que el referee dé el pitazo inicial.

Pero el más capito de los jodones, sin duda alguna fue el arquero Gabriel Senzaqua quien, enfundado con la totalidad de los clásicos atuendos que hacen a un golero(incluyendo la vincha), pidió el balón antes de que el colegiado decrete la suspensión del match, encaró hacia el arco rival y marcó un gol, para salir a festejarlo de cara a los dicharacheros hinchas que, con banderas y todos, asistían jolgoriosamente a la victoria segura de su equipo.

Obviamente que el partido se le dió ganado al equipo de Racing, pero para las estadísticas el gol no existió. Menos mal, porque los vivos jugadores, extasiados por tan cómoda situación, no se dieron cuenta que al pasarle el balón al goleador de la noche, éste se encontraba en un claro e inobjetable Of Side. ¡¡¡Y el línea no levantó!!