domingo, julio 18, 2010

LAS AGUAS BAJAN TURBIAS

Aparentemente, durante los primeros días de esta semana, se producirá el encuentro entre Diego Maradona y Julio Grondona para definir el futuro del entrenador de la selección nacional. Los rumores dicen también que Don Julio le ofrecería al ex Diez la continuidad en el cargo por cuatro años pero impondría condiciones, entre las cuales estaría el cambio de colaboradores entre otras; y que Maradó aceptaría el vínculo pero, como siempre, sin que le impogan nada y que en caso contrario, daría un paso al costado. Otras versiones aseguran que nada de eso ocurriría y que el presi y el DT se reunirían sólo para hacer una evaluación de lo acontecido hasta el momento y para planificar el futuro.
Lo único cierto es la realidad. Y ella nos muestra a los dos actores principales de esta película escondidos de los flashes y de la vista pública enviando mensajes a través de terceros. Grondona debió enviar emisarios para contactarse con el entrenador: un tal Granados, presidente de ¡Tristán Suárez! y el más conocido Nakis, presidente de ¡Armenio!, fueron los nexos para acercarse a Maradona, quien no muestra la cara desde que volvió de Sudáfrica y solo dió a conocer sus sensaciones a través de su médico personal y del preparador físico Signorini.
Ateniéndonos a la historia del mandamás de A.F.A. vemos que siempre cuando quiso algo, fue y lo buscó pos sus propios medios. Así llegó Maradona a la dirección técnica de la selección: cuando nadie lo esperaba, Grondona pactó una reunión secreta y en cuestión de horas la noticia era confirmada en todo el mundo. Lo mismo pasó cuando contrató a todos los entrenadores que antecedieron al actual. Por el contrario, cuando quería hacer algo "políticamente correcto" pero de lo cual no estaba muy convencido, envió emisarios a "tantear el terreno" para que si éste no era muy firme, no exponerse a un rechazo público. Así procedió, por ejemplo, cuando a través de dirigentes de Boca Jrs., intentó acercarse a Carlos Bianchi en dos oportunidades, para que éste sea el entrenador de la selección, cosa que en definitiva, el Virrey no aceptó.
Por su parte y extrañamente, Maradona sigue callado, sin declaraciones altisonantes, cosa que viniendo de él, es algo que llama la atención. Y ya sabemos que cuando Diego demuestra ser terrenal, algo pasa. Sus allegados debieron organizar manifestaciones a su favor, como un operativo clamor ficticio, similar a la recepción que tuvo la selección en Ezeiza, tal vez como para convencerlo de algo de lo que todavía duda. "Está mejor de lo que pensé" dijo el Dr. Cahe y para los de afuera es la única noticias que nos llega del astro rey del fútbol criollo. Repito, esto es demasiado poco, por ser Maradona.
"Diego es el único en Argentina que puede hacer lo que quiera" declaró Julio Grondona antes de tomar el avión de vuelta desde Sudáfrica. Y si éso lo dice un tipo que siempre se sale con la suya, habrá que tomar sus palabras como la previa de algo grande. Pero lo cierto es que esta película no se ve tan clara como nos quieren presentar, los principales actores no muestran su juego, y los que miramos DESDE EL TABLÓN deberemos conformarnos a esperar que ambos salgan de su reunión y nos den la noticia definitiva. Yo no creo que la negociación que se viene sea tan sencilla ni simple, por más que todos los actores de reparto muestren voluntad de seguir con el vínculo. En este tema, los de afuera son de palo y yo estoy a la espera de un final sorpresivo, de esos que te dejan con la boca abierta, digna de dos super stars como Maradona y Grondona, que siempre tienen algo más para ofrecer.

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