MARADONA SI SE MANCHA

"...El Comité ha resuelto no renovar el contrato con el señor Maradona en su carácter de técnico"
Con estas frías palabras, el vocero de A.F.A. comunicaba oficialmente la decisión que Julio Grondona había tomado algo más de 24 horas antes, tras dar por finalizada la reunión con el ahora ex DT del seleccionado nacional.
De esta forma, se dan por terminada todas las especulaciones que los miembros de la prensa nacional eculubraban, que llegaban hasta límites inimaginables y de las cuales dábamos cuenta días pasados. Esta vez el proceso fue tal cual nos tienen acostumbrados: Grondona al frente de una negociación que no fue tal, imponiendo sus condiciones y, tal lo esperado, un Maradona que no aceptó que le marquen la cancha.
Los detalles del cónclave no se conocen fehacientemente, sólo se sospechan, se rumeorean y, tal vez, alguna vez salgan a la luz. Lo real es que Diego Maradona se despide de su puesto de entrenador de su amada selección, tras dejar un proceso que fue un fiel reflejo de lo que es su vida y forma de ser: vertiginoso, desgastante, mediático, con atisbos de escándalos y situaciones que permanentemente se movían de las luces a las sombras. Por su parte, Don Julio con su reconocida cintura política, hizo un movimiento de experto que lo deja bien parado, inmune y con su poder intacto.
Fin de un ciclo que no fue un ciclo más. Fue "la era Maradona"; 637 días de pura vorágine de la que todos fuimos espectadores y partícipes. Al Diego DT le mostraron la puerta de salida y él se encaminó hacia ella. Afuera lo espera el pedestal intacto, para que se suba y vuelva a ser el mito intocable, el D10s del fútbol argento. Porque Maradona se mancha, pero no se rompe.