jueves, septiembre 01, 2011

LO QUE LE FALTA A MESSI



Lionel Messi no es Diego Maradona.

Es zurdo, hábil y rápido, pero no es Maradona.

Juega en Europa y acá hay quienes lo discuten. Como le pasó a Maradona, pero no es el Diego.

Usa la camiseta número diez del Barcelona y la selección, pero no es Maradona.

Actualmente Messi es el mejor jugador del mundo y tiene destino de ser grande entre los grandes, como Maradona. Pero no es él.

A partir de mañana, Messi será el capitán de la selección argentina, como Maradona, pero no es Maradona.

Lionel Messi no es Diego Maradona. Es otra persona. Parecido como jugador pero con personalidades muy diferentes.

Tuve la suerte de poder ver a Messi en acción en vivo dentro de un campo de juego. El marco no fue el mejor (la Copa América) pero fue suficiente, como buen cholulo futbolero, para observarlo, analizarlo, seguirlo antes, durante y al finalizar los partidos. Y en el durante, para mirarlo cuando nadie lo seguía, cuando la pelota paseaba por otros sectores del campo de juego.

Y eso fue suficiente para darme cuenta que Lionel Messi no es Diego Maradona. Diego contagiaba. Uno veía entrar en calor a Maradona y te dabas cuenta que ese día el equipo no perdía. Diego se agrandaba, agrandaba a sus compañeros y achicaba a los rivales. Cuando el público coreaba su nombre, él respondía: levantaba una mano, inflaba el pecho, se tocaba el corazón, hacía un jueguito, levantaba a la afición. Era Maradona.

Messi no. En la previa la gente coreaba su nombre, lo buscaba, le "tiraba centros" y él: inmutable. No respondía, no sonreía, no acusaba recibo. Como no queriendo ser ó no queriendo estar. Era Messi.

Lo mismo durante los partidos. Maradó arengaba a los propios, puteaba a los que lo puteaban, pegaba si le pegaban, gritaba, ordenaba, era caudillo. Messi no. Buscaba la pelota, quería liderar futbolísticamente a un equipo necesitado y carente de ideas, pero nada mas. Se apagaba con el correr de los minutos y sus compañeros lo extrañaban durante los partidos.

No. Messi no es Maradona, pero seamos sinceros: nunca un jugador se le pareció tanto, nunca nadie estuvo tan cerca de ser como él, de discutirle el cetro que ostenta desde mediados de los ´80.

Entonces, a partir de mañana cuando Messi sea oficialmente el capitán de la selección argentina, se inicia una era en la que Lionel deberá agregar carácter a su maravillosa forma de jugar. Ya no bastará con sus gambetas, sus goles y sus buenas intenciones. La selección va a necesitar mas de él. No que sea Maradona. Que sea Messi, pero con un plus de carácter necesario para ostentar una cinta en su brazo, liderar a sus compañeros y para demostrar, tal vez, que es el mejor de la historia.

Etiquetas:

Web Site Hit Counter Radio Shack