EL HINCHA

"¿Y para qué trabaja uno si no es para ir los domingos y romperse los pulmones a las tribunas hinchando por un ideal? ¿O es que eso no vale nada?”..."¿Que sería del fútbol sin el hincha?...El hincha es todo en la vida..."

Film: El Hincha - Enrique Santos Discépolo (1951)

Lo mejor que nos entrega el fútbol es sin duda alguna los seguidores que tiene. Y en ellos no incluyo a los delincuentes que encontraron su lugar en los clubs para poder lucrar si no que me refiero al verdadero hincha del fútbol, a aquél que por ir a la cancha a ver algún partido deja todo y no le importa nada.

No soy psicólogo y tampoco sé si un profesional de este ramo de la medicina pueda explicar el fenómeno de un hincha en una cancha. Capaz de vestirse con los colores de su equipo, de disfrazarse para darle más color a la cosa, de pasar del sufrimiento al goze ó viceversa en menos de un minuto, de enojarse, de reir, de llorar ó de abrazarse con un desconocido para festejar un simple gol, el comportamiento de un fan es realmente llamativo para quien no siente ó no conoce el fútbol.

Las personas que aman el fútbol serían incapaces de trasladar la violencia a los estadios, porque para ellos lo más importante es que se juegue el partido y tratar de ganar de la mejor forma posible para volver contento a casa y que esa alegría dure hasta la próxima vez. Son capaces de de todo con tal de poder seguir a su equipo: dejar plantada a la novia ó a la mujer, viajar miles de kilómetros, faltar ó fugarse del trabajo ó acomodar vacaciones y traslada su fanatismo a su vida pegándole calcos a su auto, colgando banderines en as paredes, comprándole el equipo de su club a su hijo recién nacido y hasta llevando la bandera con sus colores en el mismo féretro que lo cobijará por toda la eternidad haciendo caso a uno de los cantitos más lindo que escuché alguna vez en una cancha y que dice: "el día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado azul y blanco, como mi corazon"

Ejemplos de esta pasión tenemos todos los días, como aquel que se negó a ir a ver a Boca en Rafaela para no tener que ver a Atlético jugando en Primera División, ya que es también hincha de 9 de Julio ó ése otro que viajaba con su mascota a cuestas porque no tenía con quien dejarlo durante su ausencia; y también los que aman el fútbol por el fútbol mismo y se asocian a varios clubes para que su aporte monetario sirva para la difusión de este deporte, se enganchan en la TV mirando cualquier partido partido, o se paran en cualquier campito mirando un soltero contra casados pero en el fondo siempre desearán que gane alguno de los dos equipos que se enfrentan.

Hinchas y Fútbol, una combinación que se retroalimenta día a día, inexplicable, misteriosa, pintoresca y hasta a veces graciosa pero que indudablemente hace que un partido sean los noventa minutos del deporte más hermoso del mundo.