TONGO Y ME VOY
Tongo: Trampa realizada en competiciones deportivas, en que uno de los contendientes se deja ganar por razones ajenas al juego. Diccionario de la Real Academia Española.
¿Y, cómo la ves para el Domingo? La pregunta salió filosa por parte de un tipo que no conoce casi nada de fútbol y el receptor de la misma, un jugador profesional cuyo nombre no voy a revelar, contestó manso y tranquilo como Piero: “Tranquilo, empatamos 1-1. Ya está todo arreglado.”
Es que sólo faltaban unos días para disputarse el trascendental partido entre River Plate y Atlético de Rafaela en el cual se definiría si el primero salía campeón y si el segundo se iría al descenso ó jugaría la Promoción de la temporada 2003 – 2004. El país todo ya hablaba del partido y obviamente mas se hacía en nuestra ciudad, donde los hinchas estarían atentos al match con la oreja pegada a las radios para saber el resultado de Chacarita, el otro involucrado en la lucha por no descender, pero rogando que “La Crema” se haga fuerte y saque ese empate que lo salvaría del descenso directo, sin importarle que con ese resultado River daría la vuelta olímpica.
La historia es conocida por todos. Fue empate, campeonato para uno, salvación provisoria para el otro y descenso para los “Funebreros” que durante los días siguientes se encargarían de levantar un manto de duda sobre aquel partido y con razón. River venía sólido y Atlético de una magra campaña y nadie se explicaba como el visitante había podido empatar ese partido. Y hasta el día de hoy nadie se ha tomado el trabajo de explicarlo tampoco, ni aquel jugador cuyo nombre no quiero revelar que anticipaba tranquilamente el resultado algunos días antes de disputarse el cotejo.
Pero desafortunadamente, ese no fue el único partido dudoso o directamente “entongado” que pude ver en los años que llevo siguiendo fútbol. Ya en 1982, siendo yo un purrete de ocho años (me saqué las ganas de decirlo) pude ver por TV como en el mismísimo Mundial de España, el equipo de Alemania vencía 1-0 a Austria en un resultado que clasificaba a ambas selecciones a la siguiente fase en desmedro de Argelia, quien hubiera sido la clasificada en caso que cualquiera de los equipos marque un gol mas. Está claro que no lo hicieron, transformándose el caso en un bochorno mundial, que pueden ampliar haciendo clic acá y que si no me equivoco fue el disparador para que la FIFA cambie la manera de jugarse el torneo para pasar a los partidos de eliminación directa, tal como se juega actualmente.
Nuevamente en nuestro país, a mediados de 1987, en la última fecha del campeonato Metropolitano se dio una infartante definición ya que Témperley y Platense pugnaban por no descender y debían enfrentarse, el primero ante Rosario Central que a la postre sería el campeón y el segundo ante el River de Griguol plagado de figuras en el mismísimo Estadio Monumental, y debía ganar para forzar un partido desempate sea cual fuere el resultado del segundo. Al término del primer tiempo el equipo de la banda se imponía tranquilamente por 2-0 para delirio de los celestes del sur de Buenos Aires que empataban su partido frente a los rosarinos. Pero en la segunda mitad, ingresaría el por entonces joven “Pampa” Gambier y extrañamente River disminuiría considerablemente su juego para que “Los Calamares” a través de su nuevo goleador conviertan tres goles en quince minutos, canten victoria, fuerzen el ansiado desempate (que tres días más tarde ganarían) y manden al por entonces DT de Témperley, Rodolfo Motta, al hospital ya que al enterarse de la rara noticia sufriría una descompensación cardíaca que lo dejaría de cama. Todavía hoy los hinchas hacen lucubraciones sobre lo que pasó en los vestuarios en ese ¿fatídico? entretiempo en la cancha de los millonarios.
Adentrándonos en la década del noventa, encontramos que en 1992 Boca Juniors pondría fin a su racha de once años sin títulos empatando en la fecha final ante San Martín de Tucumán en un partido que, recordarán todos, empezó ganando el equipo tucumano por un gol de unos de sus delanteros que luego de marcarlo, puso una cara de perro que tumbó la olla como diciendo ¿uia que hice? Por suerte para él, los xeneises lograrían el empate para quedarse con el festejo que no fue mas grande que el de los Santos ya que ese puntito de visitante cotizaba alto en la lucha del descenso. Unos meses más tarde, a principio de 1993 en un partido por la Copa Libertadores, el mismo Boca Juniors empataba frente al pobrísimo Oriente Petrolero de Bolivia en la Bombonera en un extrañísimo resultado que festejaron ambos equipos, los visitantes por haber clasificado y los locales porque de esa manera quedaba eliminado de la competencia River Plate quien, algunos años más tarde, se tomaría venganza de aquellos hechos cuando en la última fecha del campeonato Apertura de 1997 llegaba a definir frente a Argentinos Juniors y emulando a su archirival, consensuó con “Los Bichitos colorados” un empate que beneficiaría a ambas escuadras.
Y tropezándonos con un tongo cada tanto llegamos a nuestros días en los cuales vemos que a cada final de campeonato se reflotan estas historias de arreglos y conveniencias a favor de algunos y en desmedro de otros, como el vergonzoso segundo tiempo del último Gimnasia – Boca que en definitiva no sirvió para nada pero que en su momento dio mucha tela para cortar, y que pienso yo que tal vez se solucionarían jugando los campeonatos con partido eliminatorios como eran en la época del torneo Nacional aunque eso acarrearía otros tipo de problemas y cambios del cual no es momento de hablar.
Mientras tanto, la pelota sigue rodando, algunos dicen que no se mancha y todo pasa. Aunque siempre hay un blogger atento para hacer un infructífero raconto.
¿Y, cómo la ves para el Domingo? La pregunta salió filosa por parte de un tipo que no conoce casi nada de fútbol y el receptor de la misma, un jugador profesional cuyo nombre no voy a revelar, contestó manso y tranquilo como Piero: “Tranquilo, empatamos 1-1. Ya está todo arreglado.”
Es que sólo faltaban unos días para disputarse el trascendental partido entre River Plate y Atlético de Rafaela en el cual se definiría si el primero salía campeón y si el segundo se iría al descenso ó jugaría la Promoción de la temporada 2003 – 2004. El país todo ya hablaba del partido y obviamente mas se hacía en nuestra ciudad, donde los hinchas estarían atentos al match con la oreja pegada a las radios para saber el resultado de Chacarita, el otro involucrado en la lucha por no descender, pero rogando que “La Crema” se haga fuerte y saque ese empate que lo salvaría del descenso directo, sin importarle que con ese resultado River daría la vuelta olímpica.
La historia es conocida por todos. Fue empate, campeonato para uno, salvación provisoria para el otro y descenso para los “Funebreros” que durante los días siguientes se encargarían de levantar un manto de duda sobre aquel partido y con razón. River venía sólido y Atlético de una magra campaña y nadie se explicaba como el visitante había podido empatar ese partido. Y hasta el día de hoy nadie se ha tomado el trabajo de explicarlo tampoco, ni aquel jugador cuyo nombre no quiero revelar que anticipaba tranquilamente el resultado algunos días antes de disputarse el cotejo.
Pero desafortunadamente, ese no fue el único partido dudoso o directamente “entongado” que pude ver en los años que llevo siguiendo fútbol. Ya en 1982, siendo yo un purrete de ocho años (me saqué las ganas de decirlo) pude ver por TV como en el mismísimo Mundial de España, el equipo de Alemania vencía 1-0 a Austria en un resultado que clasificaba a ambas selecciones a la siguiente fase en desmedro de Argelia, quien hubiera sido la clasificada en caso que cualquiera de los equipos marque un gol mas. Está claro que no lo hicieron, transformándose el caso en un bochorno mundial, que pueden ampliar haciendo clic acá y que si no me equivoco fue el disparador para que la FIFA cambie la manera de jugarse el torneo para pasar a los partidos de eliminación directa, tal como se juega actualmente.
Nuevamente en nuestro país, a mediados de 1987, en la última fecha del campeonato Metropolitano se dio una infartante definición ya que Témperley y Platense pugnaban por no descender y debían enfrentarse, el primero ante Rosario Central que a la postre sería el campeón y el segundo ante el River de Griguol plagado de figuras en el mismísimo Estadio Monumental, y debía ganar para forzar un partido desempate sea cual fuere el resultado del segundo. Al término del primer tiempo el equipo de la banda se imponía tranquilamente por 2-0 para delirio de los celestes del sur de Buenos Aires que empataban su partido frente a los rosarinos. Pero en la segunda mitad, ingresaría el por entonces joven “Pampa” Gambier y extrañamente River disminuiría considerablemente su juego para que “Los Calamares” a través de su nuevo goleador conviertan tres goles en quince minutos, canten victoria, fuerzen el ansiado desempate (que tres días más tarde ganarían) y manden al por entonces DT de Témperley, Rodolfo Motta, al hospital ya que al enterarse de la rara noticia sufriría una descompensación cardíaca que lo dejaría de cama. Todavía hoy los hinchas hacen lucubraciones sobre lo que pasó en los vestuarios en ese ¿fatídico? entretiempo en la cancha de los millonarios.
Adentrándonos en la década del noventa, encontramos que en 1992 Boca Juniors pondría fin a su racha de once años sin títulos empatando en la fecha final ante San Martín de Tucumán en un partido que, recordarán todos, empezó ganando el equipo tucumano por un gol de unos de sus delanteros que luego de marcarlo, puso una cara de perro que tumbó la olla como diciendo ¿uia que hice? Por suerte para él, los xeneises lograrían el empate para quedarse con el festejo que no fue mas grande que el de los Santos ya que ese puntito de visitante cotizaba alto en la lucha del descenso. Unos meses más tarde, a principio de 1993 en un partido por la Copa Libertadores, el mismo Boca Juniors empataba frente al pobrísimo Oriente Petrolero de Bolivia en la Bombonera en un extrañísimo resultado que festejaron ambos equipos, los visitantes por haber clasificado y los locales porque de esa manera quedaba eliminado de la competencia River Plate quien, algunos años más tarde, se tomaría venganza de aquellos hechos cuando en la última fecha del campeonato Apertura de 1997 llegaba a definir frente a Argentinos Juniors y emulando a su archirival, consensuó con “Los Bichitos colorados” un empate que beneficiaría a ambas escuadras.
Y tropezándonos con un tongo cada tanto llegamos a nuestros días en los cuales vemos que a cada final de campeonato se reflotan estas historias de arreglos y conveniencias a favor de algunos y en desmedro de otros, como el vergonzoso segundo tiempo del último Gimnasia – Boca que en definitiva no sirvió para nada pero que en su momento dio mucha tela para cortar, y que pienso yo que tal vez se solucionarían jugando los campeonatos con partido eliminatorios como eran en la época del torneo Nacional aunque eso acarrearía otros tipo de problemas y cambios del cual no es momento de hablar.
Mientras tanto, la pelota sigue rodando, algunos dicen que no se mancha y todo pasa. Aunque siempre hay un blogger atento para hacer un infructífero raconto.
Etiquetas: Informes
3 Comments:
Es cierto lo que decís. Ahora, también es cierto que muchos equipos se rasgan las vestiduras cuando estas cosas ocurren pero olvidan que tuvieron las anteriores 18 fechas para hacer mejor la tarea. Siempre es más fácil echarle la culpa al otro. Deseo destacar que ni el pirata cordobés ni el granate se vendieron en el último torneo. Adiós a tantas suspicacias...
Ah, me acabo de enterar, Feliz cumpleaños creador del blog.
Para que veas que asomo el yeso de vez en cdo. pero que de fútbol no sé un corno, leo pero no entiendo... no me agarra el fobal la nena.
un saludito a los tabloneros.
es.cierto eso, como arreglaron los de platense para mandar al descenso a mi querido Temperley! traidores, ellos y river!
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