EL POST PARTIDO

Pasó una nueva edición del superclásico y esta vez la taba cayó para el lado de Boca Juniors. Fué 1-0 y justa victoria para los xeneises que no festejaban desde hacía más de mil días en un partido frente River Plate, que en esta ocasión mostró lo peor que tiene: la falta de ideas a la hora de atacar, a pesar de la gran acumulación de gente apta para ese menester que dispone el entrenador sobre el campo de juego.

Los días Lunes luego de un clásico son alegres para los ganadores y tristes para los perdedores, casi una continuación de la tarde del Domingo. Pero los Martes, como hoy, sirven para el análisis frío del juego, lejos de la adrenalina producida por el intenso match y ya con las pulsaciones normalizadas. Por eso es que para los Del Tablón, a 48 horas del partido, es común encontrar las distendidas y hasta a veces sobradoras declaraciones del DT ó jugadores del ganador que muestran una radiografía minuciosa del cotejo; y también las palabras de los perdedores que seguramente obviarán cualquier análisis profundo, querrán olvidar rápidamente la derrota y hasta a veces elegirán en silencio, aunque los ácidos periodistas siempre encontrarán a alguien dispuesto a disparar dardos envenenados para sazonar las publicaciones.

Alegría, esperanza y tranquilidad para los de Boca. Tristeza, preocupación y dudas para los de River son en definitiva lo que dejó como saldo la nueva edición del partido que como dicen los relatores "paraliza a los argentinos". Con un partido muy flojito desde los futbolístico, lo mejor que entregó estuvo, como casi siempre, en las tribunas que reflejaron el folclore del fútbol y que también disfruta su post partido: