CRONICA DE LO QUE NO DEBIO SER

El 15 de mayo del 2005 el Club Sportivo Ben Hur vivía su hora más gloriosa en materia de fútbol: tras ganar la final del Torneo Argentino A por 4-1 a Aldosivi de Mar del Plata, obtenía el derecho a participar del Torneo Nacional B, la segunda división del Fútbol Argentino. De esta forma se coronaba de gloria la lenta pero sostenida escalada de categorías que había comenzado unos años atrás con el título de Liga local y el paso por el Argentino B, siempre con buenos equipos conformados por nombres reconocidos que hasta a veces parecía demasiado por el nivel en donde se encontraba. Los hinchas vivían exultantes el momento y poco parecía importarles de donde provenían los fondos para aquellas campañas ya que el resultado era óptimo.
La primer temporada de la BH en el Nacional B el equipo mantuvo su base del que ganó el ascenso y solo se limitó a agregar unos nombres a su ya buena plantilla. Dirigidos por el mismo entrenador, Carlos Trullet, incorporó lo justo y necesario para hacer una campaña decorosa que le permita lograr la permanencia. El objetivo se cumplió, sumó 50 puntos en total y soportó sin problemas el cambio de categoría y hasta un cambio de entrenador. Ya no estaba Trullet, víctima de una mala racha de partidos promediando el Torneo Clausura y ahora lo dirigía el joven Carlos Ranalli, un ignoto en la divisional.
El comienzo de la segunda temporada, 2006-2007, coincidió con un desbarajuste en materia económica producto de un desmanejo de la Mutual del club que trajo aparejado el recorte en el presupuesto asignado y una mala sponsorización del Fútbol Profesional y por consiguiente el entrenador debió armar el equipo con jugadores sin gran experiencia proveniente de reservas de equipos de Primera División. La apuesta no salió para nada bien y Ben Hur arrancó la competencia con ocho derrotas consecutivas que le costaron el puesto al entrenador, siendo reemplazado por José Luis Brown. El famoso “Tata”, trató de reordenar un equipo que estaba sumido en el caos debido a los malos resultados deportivos y al desgobierno que reinaba en el club lo que hacía tener un atraso de varios meses en los sueldos. Sacó puntos importantes pero sucumbió ante el desorden institucional y renunció. Su puesto fue ocupado por Miguel Jerez por algunos partidos quien siguió los pasos de Brown por los mismos motivos y en definitiva el equipo terminó siendo dirigido por Héctor Rudy Viotti, un reconocido entrenador local quien desempeñaba funciones en la Primera división Liguista de la institución. Deportivamente, Ben Hur tras caer en un desempate frente a Instituto, disputó la Promoción frente a Guillermo Brown de Puerto Madryn, la ganó y evitó el descenso, pero su cosecha de puntos fue muy baja (solo 36 en toda la temporada) y eso lo condicionó para lo que venía.
En la última Temporada, 2007-2008, el club ya reorganizado en materia dirigencial, siguió con la tónica de tener un presupuesto acotado lo que lo llevó a mantener a un Cuerpo técnico sin experiencia y a realizar pocas incorporaciones de jugadores sin tanto rodaje en la divisional. La campaña como dijimos en el post anterior, no supero a la mediocridad general, y el equipo solo logró cosechar 38 puntos que no alcanzaron para nada, a pesar del cambio de entrenador (con Ricardo Zielinski como DT) que intentó darle un giro de timón a la campaña, conllevando al ya irremediable y doloroso descenso de categoría.
De la participación de Ben Hur en la B Nacional quedan varias sensaciones. La satisfacción que pueden llegar a tener sus hinchas que años atrás jamás imaginaron que podrían estar casi en la elite del fútbol doméstico se contrarresta con la sensación de que la campaña que llevó a este equipo a la divisional fue producto de un sueño de verano y que el club no estaba preparado para la gesta ya que no tenía el suficiente respaldo económico y popular, siempre necesario para este tipo de campañas. Los resultados marcaron la realidad: durante tres temporadas, el equipo vivió situaciones que rayaron lo vergonzoso en materia de organización y futbolísticamente siempre corrió de atrás, y a pesar de cierta superioridad contra el rival de la misma ciudad, nunca pudo hacer valer su localía y terminó siendo víctima de su inoperancia y de la inestabilidad de sus entrenadores haciendo que sus participaciones hoy se vean como un error, como algo que no correspondía haberse hecho.
Hoy el presente marca que se debe volver a empezar. A veces, para hacerlo, es bueno tocar fondo y cobrar un nuevo impulso. El tiempo dirá si Ben Hur efectivamente está entre esos equipos que supieron recuperarse para volver a los primeros planos ó entre los que desaparecen definitivamente. De su gente depende, para que la próxima vez se tomen las decisiones correctas.