PIDO GANCHO: CLAUDIO MARANGONI

El 11 de noviembre de 1954 nacía en la ciudad de Rosario Claudio Marangoni, futbolista que se desempeñaría como volante central y para mi fue el que revolucionó el puesto ya que le imprimió características especiales.

Con sólo veinte años debutó en la primera de Chacarita Juniors con muy buenas actuaciones lo que hizo que San Lorenzo de Almagro se fije en él y lo contrate en 1976. Para los "Cuervos" jugaría por tres temporadas y luego, en 1979, sería transferido al club Sunderland de Inglaterra, cuando era muy raro ver jugadores argentinos en Europa y existía el cupo de tres extranjeros por equipo lo que resalta aun más sus aptitudes futbolísticas. En el año 1981 retorna a nuestro país para jugar en Huracán de Parque Patricios y al año siguiente fue transferido a Independiente donde recorrería la etapa más prolífica de su carrera.

En el club de Avellaneda fué integrante del último equipo super campeón de la institución (que ganó el Torneo Metropolitano de 1983, la Copa Libertadores e Intercontinental de 1984) donde formó un mediocampo espectacular con Ricardo Bochini, Ricardo Giusti y Jorge Burruchaga en el que mezclaban en partes iguales marca y buen trato del balón, transformándose a mi juicio en una de las mejores líneas medias de los últimos 30 años y ganándose la convocatoria a la selección, aunque no llegó a ser parte del plantel campeón del mundial de México 1986 como sus otros tres compañeros de equipo. En 1988, en conflicto con los dirigentes de Independiente, pasa a Boca Juniors donde ganaría la Supercopa de 1989 y se retiraría a mediados de 1990 para dedicarse a la enseñanza del fútbol para niños en un escuelita que lleva su nombre y que al día de hoy es una de las más importantes de Capital Federal.

Como dije al principio, Claudio Marangoni revolucionó el puesto de volante central porque fue el primer "cinco" de la historia que a la clásica garra, don de mando y aptitud para la marca que debe poseer un jugador que actúe en esa posición, él le agregó buen dominio de balón, exquisita técnica y remate de media distancia. A esas caracterísiticas que lo hacían un distinto dentro de la cancha, él le agregó otras que lo distinguieron en el mundo del fútbol: de presencia física impoluta, alto, rubio, siempre peinado aún en el fragor de los partidos, declaraciones coherentes y un título de licenciado en Kinesiología y otro de Maestro de Lengua Inglesa que consiguió mientras desarrollaba su carrera de futbolista, hacen que al día de hoy siga siendo un ejemplo para todos los que desean vivir del deporte.