PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

Hablar del equipo del Barcelona, a esta altura del partido, es casi una obviedad.

¿Qué se puede decir de un equipo que ganó 16 matchs consecutivos, marcando un récord, y va por más? Sólo ratificar que no es solo una racha, ya que viene de ser tricampeón de liga y ganar todo lo que se puede ganar

¿Qué podemos agregar a todo lo que ya se ha dicho, a todos los elogios vertidos hacia el blaugrana? Nada, solamente aplaudir su juego de control de balón, de defensa con pelota.

¿Podemos encontrar su secreto? No, solo rendirnos ante la evidencia de que este equipo juega como indican los manuales.

Ver un partido del Barcelona hoy en día es sentarse a disfrutar de un equipo que juega simple y díficil a la vez. Simple, porque hacen lo que deben: entregarle la pelota al compañero, ser pacientes y acelerar en el momento justo. Difícil: porque hasta la consolidación de este equipo, los futboleros de los últimos treinta años no habíamos visto semejante concepción dentro de un campo de juego.

Juegan, divierten, ganan, casi no les convierten, tienen grandes talentos en el equipo. Los jugadores poco dotados de la plantilla juegan bien. Los buenos, juegan excelente y las estrellas explotan sus condiciones.

¿Qué mas se puede pedir? Nada. Sólo sentarse frente a la TV para observarlos, disfrutarlos y ser concientes que somos testigos del juego de un equipo del cual se hablará por muchos años y del cual le podremos contar a nuestros nietos.