PIDO GANCHO: MARCELO BIELSA

Marcelo Bielsa inició su carrera futbolística en el club Newells Old Boys de Rosario. Se desempeñó como defensor y no tuvo demasiada trascendencia ya que, por más que llegó a jugar en Primera División, una inoportuna lesión en una de sus rodillas lo alejó definitiva y tempranamente de la actividad como jugador profesional. Tras su retiro, estudiaría y se graduaría como Profesor de Educación Física y como Director Técnico para realizar su primera experiencia de entrenador en la Selección de la Universidad de Buenos Aires. A fines de los años ochenta, recalaría nuevamente en Newell´s para hacerse cargo del equipo de tercera división, con el cual sería campeón y que le serviría de trampolín para llegar a dirigir la primera división del club en 1990 con sólo 32 años de edad.

Contrariando a los que presagiaban una mala campaña, ya que el equipo rosarino arrancaba el año complicado con el promedio del descenso y había formado un equipo con todos jugadores surgidos en la institución, Newell´s se consagra campeón del apertura 1990 y unos meses más tarde gana la final disputada frente a Boca que lo convierte en el campeón de la temporada.

Al año siguiente, siempre con Newell´s, gana el Torneo Clausura y sale subcampeón de América perdiendo la final por penales frente a San Pablo de Brasil. Luego parte a México para dirigir Atlas y América para volver a nuestro país en 1998 para dirigir a Velez Sarsfield, club con el que conseguiría el Torneo Apertura de ese año, para luego marcharse a España, tentado por la posibilidad de una experiencia Europea, a dirigir el Español de Barcelona, cargo que abandonó a sólo tres meses de iniciada su gestión para hacerse cargo de la Selección Argentina.

La historia con la celeste y blanca es bastante conocida. Armó un equipo muy sólido que se floreó en las eliminatorias para el Mundial 2002 que ganó cómodamente, equipo que no pudo repetir en la Copa América realizada en Uruguay en la cual no tuvo un buen desempeño, y que fracasó en el máximo torneo disputado en Corea y Japón quedando eliminado en primera ronda, momento en el que comenzó a recibir las críticas más despiadadas por parte de la prensa y el público en general, como la que pueden ver acá.

A pesar de las pocas adhesiones que tenía en ese tiempo, Julio Grondona decidió apoyar su propuesta de trabajo, renovándole el contrato. Llegaría el año 2004 cuando, luego de haber formado un equipo sub - 23 con el cual se coronaría subcampeón de América, campeón Olímpico en Atenas y clasificaría a nuestro representativo para el Mundial de Alemania, renunciaría al cargo aduciendo falta de energía para desempeñarlo, cosa que hasta el día de hoy parece sostenerse.

El exitismo propio de los argentinos hace que los protagonistas del fútbol pasen de héroes a demonios en un instante. Con el sólo hecho de una jugada desgraciada, un partido perdido ó una mala campaña el infortunado responsable perderá para la consideración pública todo lo bueno hecho hasta ese momento. Y una de las más reconocidas víctimas de esta forma de ser criolla es el personaje que hoy nos ocupa.

A Marcelo Bielsa le dicen “El Loco”. Quizás porque su forma de ser frontal y sin misterios no cuadran en la sociedad actual, quizás porque nadie pueda entender como una persona no quiso aferrarse a la comodidad que le otorgaba el prestigio de su apellido de clase media alta, quizás porque no le guste vestirse de traje y utilice holgados joggins para cualquier actividad ó quizás sea por esa vez que cuando unos barras bravas de Newell´s fueron a buscarlo hasta su casa para que les explique un resultado abultado en contra, él los sacó corriendo con una granada en la mano. Lo cierto es que los galardones obtenidos por este señor en su corta pero fructífera trayectoria hablan por sí solos y echan por tierra cualquier intento de menospreciarlo, de rebajarlo y lo ubican dentro de los grandes del fútbol argentino, mal que él le pese.