DE MEMORIA: INOLVIDABLE

La historia es conocida: Mundial de Italia, año 1990, octavos de final. Argentina que venía mal en el campeonato y para sorpresa de todos, le gana a Brasil que había triunfado en sus tres compromisos anteriores y tenía un equipazo.

El partido fue netamente desfavorable para nuestra selección que se vio asediada durante los 90 minutos que duró el match y en un contraataque aislado a diez minutos del final, Claudio Caniggia marcaría el único gol del partido y que significaría el triunfo para la celeste y blanca.

Pero para amenizar el recuerdo y acompañar las imágenes que pude conseguir, a continuación les reproduzco el relato de algunos acontecimientos de ese día, contados por Oscar Ruggeri en una entrevista.

Decía “El Cabezón”: “Cuando nos enteramos que nos tocaba Brasil dijimos, bueno, hasta acá llegamos. Imaginate, veníamos golpeados por lo sucedido con Nery (Pumpido - fracturado), yo con problemas en el pubis que debía operarme, Diego (Maradona) en una pierna por culpa de la inflamación del tobillo...” “...Ya teníamos los bolsos a medio armar, los pasajes reservados, era ir a jugar para cumplir con el trámite y volverse”.

“...Lo que más recuerdo de ese partido, era el ruido de los caños del arco cuando pegaba la pelota....¡¡¡¡cloooinnnkkk!! hacían...y fueron como tres o cuatro veces que nos salvamos de esa forma...”

“En el entretiempo llegamos al vestuario, luego de que nos pegaron un baile fenomenal y yo pensé que venía una charla técnica intensa. Nos sentamos cabizbajos y nadie hablaba, ni Bilardo. Pasaron cinco minutos y nada, diez minutos y el silencio seguía, hasta que nos llama el árbitro para regresar a la cancha.
Cuando nos levantamos de los asientos y empezamos a caminar hacia la cancha, ya iban como doce ó trece minutos de silencio total, Bilardo dice:
-Ah, me olvidaba, si se la siguen dando a los de amarillo, vamos a perder. Eso fue toda la charla técnica del entretiempo de ese partido.”

“Al finalizar el partido, estaba como loco, tenía una alegría indescriptible, es algo que hoy todavía no puedo explicar, te lo juro. Pero creo que ese triunfo fue la mayor alegría de mi carrera...”

Inolvidable ¿no?