DESDE EL T...¡TRABAJO!

Un partido de fútbol es un espectáculo que sirve de recreación. Si bien es algo de índole deportivo, según mi punto de vista, ir a la cancha a presenciar un juego es lo mismo que asistir a ver una obra de teatro ó un concierto musical. Que quede claro, por más que nos apasione, el fútbol es una diversión y algo complementario en nuestra vida.

Lamentablemente, debido a la ignorancia que supimos conseguir y a la pasión mal entendida, los espectadores devenidos hinchas de fútbol cada vez se portan peor en los estadios y por consiguiente los organismos de seguridad deben romperse la cabeza para tratar de garantizar el resguardo a los asistentes, pero ¿está bien utilizar esa necesidad como escusa para obtener un rédito deportivo?

En el día de ayer debían jugar un partido Atlético de Rafaela y Unión de Santa Fe, que había sido postergado quince días atrás debido a los problemas con las inundaciones. Al tener que disputarse un día laboral, los organizadores solicitaron jugarlo en horario nocturno para poder obtener la mayor concurrencia posible y de esa forma asegurarse una alta venta de entradas y por que no, la presión del público en beneficio del equipo local. El partido es considerado un clásico en nuestra zona con todo lo que ello implica en temas deportivos y de seguridad y además se daba la casualidad que ambos vienen peleando en los primeros lugares de la tabla de posiciones, lo que le daba un marco ideal al encuentro.

Como dije, los organizadores pidieron, de A.F.A. se desentendieron, los visitantes no querían y por lo tanto la decisión del horario fue tomada por un supuesto Consejo de seguridad de la provincia, organismo del cual no sabía su existencia hasta hace dos días, y que rinde cuentas directamente al gobernador Obeid, reconocido hincha de...si adivinaron, Unión de Santa Fe.

En definitiva, con la escusa de los inundados de la capital provincial (¿?) y de que no se podía contar con gran cantidad de efectivos, el partido se jugó el miércoles a las 16.00, horario en que muchos, como yo, están trabajando y en que se dictaban clases en la escuela primaria que está frente al estadio (¿nadie pensó en que la salida de los chicos a las 18:00 iba a coincidir con la de la gente del estadio?) y contradiciendo la misma decisión de este supuesto consejo que autorizó a jugar un partido el próximo Viernes, dos días después, en horario nocturno y en plena Santa Fe (Colón – Racing).

Me hubiera gustado que el post de hoy hubiera sido el clásico “Noche de cancha”, pero el manejo de influencias pudo más, me tuve que conformar con escuchar el clásico por radio y la única apostilla que viví durante el partido y que puedo acercarles, es ésta:

¡Ah, me olvidaba! El partido terminó 1-1, aunque Unión mereció el triunfo porque jugó mejor. Como decía mi hermana cuando éramos chicos: “Trampa muda, nunca ayuda”.