TRES PARA EL PESO

Postal de la Promoción: Bovaglio intenta hacer algo frente a Gimnasia. Es el final.

Al igual que el año pasado, y en todas las instancias de Promoción que disputó, Atlético de Rafaela se quedó con las manos vacías y con la ilusión del ascenso a Primera División guardado en el cajón por un año más.

Nuevamente fue Gimnasia de La Plata el verdugo, como un dejá vou de lo ocurrido la temporada anterior, pero en esta oportunidad el trámite le resultó mucho más sencillo al equipo platense ya que antes de los tres minutos de juego pudo conseguir el gol que emparejaba la serie y se impuso como dominador del juego. Si bien el equipo rafaelino logró una transitoria igualdad, la desafortunada incidencia del árbitro favoreció al Lobo ya que antes de finalizar el primer tiempo sancionó una falta inexistente del jugador De La Fuente a quien castigó expulsándolo. El tiro libre fue magistralmente ejecutado por el autor del primer gol y figura del encuentro, Marco Pérez, logrando el segundo gol que fue la sentencia de muerte de Atlético.

En el segundo tiempo llegó la debacle, con La Crema jugada en ataque llegó una contra que obligó a Serrano a comenter mano que le costó la expulsión y minutos mas tarde el infortunio de hizo presente cuando tras un choque con un rival, el arquero Airaudo debió dejar la cancha lesionado y al equipo con otro jugador de menos ya que se había agotado el cupo de cambios.

Ocho contra once, no había lugar ni para el sueño que terminó de sepultar el lateral Ormeño cuando conquistó el tercer y definitivo tanto que le aseguraba el triunfo.

Fue un nuevo triste final y despedida para el equipo rafaelino que en esta serie de Promoción no logró estar a la altura de las circunstancias y que en los dos partidos fue el fiel reflejo de lo que demostró duante toda la temporada: un conjunto con buenas individualidades que alternaaltibajos de nivel y que se hace muy fuerte en su estadio pero que a la hora de jugar de visitante se le complica mucho.

Queda la certeza de que si Atlético de Rafaela desea jugar en Primera División, está por el camino correcto y que tarde o temprano logrará su cometido. Mientras tanto, sus hinchas deberán armarse de paciencia y sus dirigentes deberán ajustar las clavijas para no cometer los errores que se suceden para que siempre, pero siempre, le falten tres para el peso.