CHECHOUT

Lerche anoche chamuscó la mecha, chuzó y chinchudo desembuchó:
¡Echémoslo! Al Checho le achacamos la chance de la selección y se flechó. Fue un chasco trucho. Quedó planchado. Empezó como aguilucho y terminó como lechuzón. Fue un choto que se achicó, se pinchó y en la cancha una cochambre, un bochorno, un mal chiste sin chispa. Un choro charlatán puro chamullo. Sus compinches, chantajistas sin machete, parecían Chirolita.
¡Echémoslo! Con su libracho mostró la hilacha: chilló y se encaprichó por el Pocho, el Cuchu, Masche, el morocho Apache de Manchester y muchos otros muchachos que, marchitos y desenchufados, cancherearon chocándose ente ellos. Un cambalache sin enganche, un zafarrancho a troche y moche con el chaparrito a la derecha. Ni un chanfle chutaron, caracho, ni un pecho y chilena siquiera. Sin lucha, tampoco un rechazo derecho o un hachazo, o siquiera machos con chaira y cuchillo entre los dientes o chinches para pinchar. Chiquito quedó paliducho. Sus ideas fueron chatas y estrechas, se pincharon y no merece revancha.
¡Echémoslo! No fue ducho para cuidar a los chicos. El hotel parecía un boliche. Michifuses chabacanos de cachucha cachonda en busca de chongos les chistaban, mientras ellos por las noches derrochaban calorías al buche comiendo lechón, choripanes con ketchup, escabeches, salchichón, chocolate, chopp, champan y se quedaban jugando al chinchón, al chancho ó al parchís.
¡Echémoslo! Un chirlo y champú no alcanza ¡Hay que linchar al Checho! Es un fantoche, un pichón de chimpancé, un malhechor y la hinchada abuchea y pide serruchar su chola. En la Copa espichó y nos chiflaron, nos cachetearon en nuestro rancho, nuestra choza. Ocho cuarenta, se la pasaba en el chat echado en el colchón acolchado de su camucha. Echó a un chef; se emborrachaba con ponche Trapiche; quería un Porsche con chofer, hizo berrinche por ochenta charters; chismoso buchoneó a Cherquis, hizo hechizos y supercherías y chalaneó chancletas de charol.
¡Echémoslo! Enchufemos otro DT, sugiero ocho: Bianchi, el Cholo, Cachín, Pacho, El Chulo de Chacarita, Lechuga, el Chucho Schurrer ó el Bichi de Chile. Mechemos players como Chichizola, Pochi Chávez, Lucho González, Hauche, el Laucha Luchetti, Demichelis. Nacionalicemos a Achucarro, a Cichero, algún chileno como Sanchez, sin chauvinismos.
¡Echémoslo! ¡Despachémoslo al archivo! Muchachos: no gastemos cartuchos en chimangos. No emparchemos mas, no manchemos la pelota, ni tachemos cuchicheando. Basta de cháchara, de borrachos malaleche, de bonachones populachos. Echémoslo ya, sin revanchismos porque Checho no es un chivato. Que marche a las duchas por achicarse. A la cucha por pechear. Si se le chispoteó, ni el Chapulín lo salva, y que esto termine como un tango: chau Checho y chan chon.