CORTITO Y AL PIÉ IV
CONFESIÓN
Desde que me había puesto de novio con Verónica que había tomado distancia de ella y ya no la frecuentaba como antes. Y claro, cada vez que nos encontrábamos, Verónica me hacía escenas. Yo al principio me enojaba, después me fui acostumbrando a sus planteos, pero un día tuve que decidir: Verónica ó ella. Y a Vero la amaba, siempre la amé y por lo tanto con ella cada vez nos vimos menos y casi a escondidas.
De casados la cosa se puso más difícil. Al lado de nuestra nueva casa había un terrenito y, junto a otros pibes, ella venía y pasaba varias horas allí. Y Verónica la veía y me lo decía. Yo hacía como que no importaba, pero me moría de ganas por cruzar el tapial para estar con ella. La extrañaba, si, pero no quería molestar a mi esposa, no quería fallarle.
Pasó un tiempo y un día Verónica me despertó de la siesta: mirá, me dijo, mirá por la ventana y la vas a ver...ella entró a nuestro patio. Me levanté de un salto y vi justo cuando uno de sus nuevos amigos la sacaba de allí, a sabiendas que ese lugar no le correspondía. Ahí mi señora explotó: ¡No la quiero más por acá! Me dijo. Y continuó: si aparece de nuevo le clavo un cuchillo. Quise calmarla, pero fue inútil.
Salió al patio, y se sentó a esperar. Paciente, fría, con la mirada fija en nada, ahí conocí los ojos de una asesina. Y el momento tan temido, llegó: ella nuevamente en nuestro patio, buscándome. Pero se iba a encontrar con Vero, que muy enojada, la rodeó con su brazo izquierdo mientras que con el derecho maniobraba esa cuchilla brillante y afilada como si fuera una experta.
No pude contenerme: ¡Soltala! Le grité mientras llegaba corriendo. No lo hagas por favor, le dije en mejor tono, mientras le tomaba la muñeca derecha y la alejaba de ella. La abrasé mientras Verónica se iba casi llorando; la acaricié, disfrutando ese reencuentro después de tanto tiempo, justo cuando uno de sus nuevos amigos se asomaba por sobre la pared:
-Don, ¿me devuelve la pelota? Me pidió.
Le pegué un zurdazo de chanfle, como en mis mejores épocas, para que ella traspase el tapial, quede en libertad y vuelva con esos pibes que tal vez dentro de unos años sepan defenderla mejor que yo.
Etiquetas: Relatos
2 Comments:
Verónica no debe olvidar que siempre se vuelve al primer amor...
Decile: si amas a alguien dejalo libre, si vuelve es tuyo.... si no, se quedó tomando un porrón con los vago.....
Hoy te perdiste la aplastante victoria sobre el resto del mundo.
Todavía tengo unos cartuchitos por tirar....
no te avisé porque se organizó el sábado.....
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