FÚTBOL GENEROSO: HUGO MUSLADINI

Son pocos los datos que hoy pueden conocerse hoy de Hugo Daniel Musladini, pero si hacemos un poquito de fuerza, recordaremos que era un aguerrido marcador central que apareció a principio del año 1987 en la primera división de Boca Juniors.

Por ese entonces, en el club de la rivera se había producido una revolución futbolística con la asunción de César Menotti como director técnico del primer equipo quien rápidamente hechó mano en el equipo que venía de capa caída. El lírico DT fue el conducto, para que la generosidad del fútbol agracie a nuestro homenajeado del día y lo lleve del ostracismo de las divisiones inferiores a actuar de titular en la zaga bostera, compartiéndola con tiernitos de la talla de "Pipa" Higuaín (padre, para los más jóvenes), "Quique" Hrabina (Jarabina para Mauro Viale) y el enrulado Luis Abramovich. El buen rendimiento de Musladini en las copas de verano, emocionó a su entrenador que rápidamente lo catalogó como el "pichón de Passarella" y ni lerdos ni perezosos los reporteros de la revista "El Gráfico" se hicieron eco de estas declaraciones y le hicieron una nota al jugador que acompañaron con esta original foto:

Meses más tarde, y tras el abrupto alejamiento de Menotti, el nivel futbolístico de Hugo Daniel fué bajando considerablemente y poco a poco fué perdiendo terreno en la lucha por la titularidad para ser relegado primero al banco de suplentes (desde donde se dió el gusto de festejar la Supercopa de 1989) y más tarde siendo transferido a San Martín de Tucumán (equipo que descendió), fútbol de Colombia (donde no es muy bien recordado que digamos) y su último destino conocido: Alvarado de Mar del Plata en la temporada 1993-1994 para participar del Torneo del Interior (hoy Torneo Argentino).

Dimes y diretes en la carrera de uno de los tantos jugadores que fueron fugazmente agraciados por la diosa fortuna del fútbol pero que, donde quiera que se encuentre ahora, debe mirar su albúm de fotos, la pequeña carpeta de recortes de artículos periodísticos que lo tenían como protagonista y con una sonrisa de lado y una lagrimita de emoción en sus ojos pensará: ¡¡quien me quita lo bailado!!