miércoles, febrero 27, 2008

ÍDOLOS VITALICIOS

A cualquiera de nosotros que nos desempeñamos en distintos ámbitos laborales nos agrada que reconozcan nuestras acciones. De la misma manera que nos gustan que procedan con nosotros, creo que es obligación para las personas estar atento a lo que hacen los demás y saber reconocerlo en tiempo y forma.

Cuando escucho que Real Madrid firmó un contrato vitalicio con dos de sus máximas figuras, Ilker Casillas y Raúl González, siento satisfacción y envidia. Ustedes se preguntarán el porque y yo como hombre enamorado del fútbol les digo: satisfacción porque me gusta que los ídolos de los clubes, aunque no sean de mi equipo, sean por siempre reconocidos; y envidia porque noto que en Europa se esfuerzan por cuidar a las estrellas sean de la edad que fueren, cosa que no por ahora no sucede en nuestro país.

Yo entiendo perfectamente que las realidades de los equipos de aquellas latitudes y éstas son totalmente diferentes y, aparte de las economías, hoy es muy difícil que un jugador de nuestro país desarrolle toda su carrera profesional en un solo club, pero es realmente notable como en el viejo continente sea moneda común ver a viejos ídolos trabajando de por vida para sus equipos. Claro ejemplo de estos son Alfredo Distéfano en el mismo Real Madrid (donde es presidente honorario y puede vérselo en cada evento), Rumenigge en Bayern Munich y Maldini en Milan solo para nombrar algunos, mientras que en Argentina los ex jugadores solo son aves de paso por los clubes donde se identifican y tenemos casos realmente dolorosos como el uruguayo Walter Gomez, otrora super delantero de River, que terminó trabajando ¡¡en la playa de estacionamiento del club acomodando coches!! ó muchísimos otros de los que ni siquiera se acuerdan.

El mundo fútbol es algo muy especial ya que es una rara mezcla entre juego, deporte, negocio y sentimientos que no se repite en ningún otro ámbito y por lo tanto los seres que lo habitan también son de una raza especial. Jugadores, profesionales que los rodean, hinchas y demás especies se entregan en cuerpo y alma por algo que quien no lo siente no entiende razones. Por lo tanto, espero que este tipo de reconocimientos vitalicios por parte de los clubes comiencen a hacerse de una vez por todas en el fútbol de nuestro país porque de esa forma se le daría valor a la memoria y sería un mimo permanente para el castigado corazón de los viejos ídolos y también de sus viejos fans.

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