El 12 de Noviembre cumplió 45 años uno de los mejores jugadores de la historia que haya pisado canchas argentinas: el uruguayo Enzo Francescoli.
Se declaró desde siempre hincha de Peñarol pero debutó en el Wanderers de Montevideo. En el año 1983 fue comprado por River River PLate y debutó el 24 de Abril contra Huracán. Esa primer etapa fue mala para Francescoli pues no rendía como lo hacía en la selección uruguaya. No había cumplido un año en el club millonario cuando ya lo querían vender al América de Cali, pero él se negó: estaba dispuesto a triunfar. Y así fue, en el año 1985, con la llegada del DT Héctor Veira que lo ubica en la posición de centrodelantero se convierte en goleador del equipo, del torneo y en pieza fundamental con la que River gana el campeonato de esa temporada.
A mediados de 1986 parte a Europa para jugar sucesivamente en Racing Matra de Paris y en el Olympique de Marsella. Luego jugó en dos clubes de Italia, Cagliari y Torino. "El nivel que tuve en Europa lo podría haber tenido en el Milan o en Juventus y así me habría pasado lo mismo que en River, pero la trascendencia de un jugador se magnifica según la camiseta que tenga puesta" aseguraba Francescoli.
En 1994, con 33 años cumplidos Enzo Francescoli vuelve a River tal como había prometido al partir hacía ya ocho años. Y cuando todos pensaban que llegaba para gozar de una jubilación de privilegio, el uruguayo comanda un equipo que sale campeón invicto con él como goleador del
torneo y más tarde capitanea el histórico River que gana la Copa Libertadores de 1996, La Supercopa de 1997 y el tricampeonato local de esos años.
Jugador exquisito, de excelente técnica y temible goleador que contaba con miles de recursos para convertir: gambeta, toques de primera, agilidad para inventar piruetas inesperadas ó para suspenderse en el aire y ganar de cabeza. Recursos que sirvieron para que un eximio relator lo apodara "El Príncipe" y que ese apodo quedara para la eternidad.
Para que disfruten, aquí les dejo algunas imágenes:
En 1997, Enzo se retira de la práctica activa del fútbol y se lleva nó solo una gran cantidad de triunfos deportivos si no que también se guarda el amor incondicional de los hinchas de su equipo y el respeto de los rivales, cosa que muy pocos logran y que se consigue a base de humildad, premisa fundamental en el comportamiento dentro y fuera de la cancha del uruguayo más argentino.
Enzo Francescoli fué y es mi ídolo futbolístico. El mejor que yo ví, el que más alegrías me dió y más me sorprendió dentro de una cancha. Tuve la oportunidad de verlo jugar en vivo y mi mirada lo siguió los noventa minutos que duró el juego y no sólo pude observar su habilidad, su prestancia, su caballerosidad deportiva si no que también ahí comprendí su don de mando, su ascendiente sobre el resto del plantel, cuando al momento de que el arquero rival iba a realizar un saque de arco él se paraba en la medialuna del área, y mirando a sus compañeros, les gritaba y los ubicaba a cada uno en su posición.
El "Flaco", el "Master", el "Uruguayo", el "Príncipe" ó simplemente "el Enzo" quedará para siempre en la memoria de los que nos gusta el fútbol y estoy seguro que cuando se lo recuerda, tal como me pasó a mi el día que anunció su retiro, a la pelota se le pianta un lagrimón.
Enzo lleva su fantástica figura,
recorriendo con honor el mundo entero...
Sangre azul tendrá este noble caballero
pero es blanca y colorada su armadura
Enzo lleva su talento como lanza,
sin usar la fuerza bruta ni el temor,
sin embargo retrocede el invasor
derrotado, cuando el príncipe avanza.
Es tan grande que si debo hablar del Enzo
los laureles, los elogios... quedan chicos,
la palabra de alabanza se hace añicos,
es Francescoli tan grande que ahora pienso
que su nombre debería ser ¨Inmenzo¨
pues de gloria me hizo inmensamente rico.
Es ¨Inmenzo¨ cuando frena, cuando engancha
Es ¨Inmenzo¨ por su eterna habilidad
y es gigante por el don de su humildad,
tanto dentro como fuera de una cancha.
Y es ¨Inmenzo¨ el amor que tanta gentele profesa
al oriental más argentino,al botija que con casi nada vino
y hoy se va siendo el campeón del siglo veinte
Quiero verte una vez más, Querido Enzo
por la risa que hasta en sueños multiplico,
por el canto y la alegría de los chicos
con su príncipe surcando el Universo
Quiero verte una vez más, Querido ¨Inmenzo¨
Quiero verte una vez más... te lo suplico.
(InmEnzo - I. Copani)